Siete días después de las elecciones regionales del 23 de noviembre el presidente de la República, Hugo Chávez, propuso la enmienda constitucional para la reelección indefinida.
No pudo esperar más. Mientras, los médicos tienen seis años con la convención colectiva vencida, los empleados públicos cuatro años y los trabajadores de la ensambladora de vehículos venezolano-iraní, Venirauto, no se sientan a discutir su contratación desde julio de 2008.
Por si fuera poco, los tercerizados de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) acumulan diez meses sin respuesta concreta sobre su situación y a los buhoneros de Caracas, los siguen peloteando en cuanto al tema de su reubicación.
En el caso de los empleados del sector público (750 mil) la propuesta del contrato macro fue introducida ante el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social el 15 de octubre del año pasado. La mesa se instaló pero las discusiones no se han iniciado porque el vicepresidente Ramón Carrizalez, es el encargado de designar la comisión gubernamental que se sentará en la mesa, y no lo ha hecho.
Según comentó telefónicamente Orlando Chirinos, dirigente sindical de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (Ccura), las elecciones regionales y ahora la enmienda constitucional, han sido la piedra de tranca para que no se hayan iniciado las discusiones. 'Es inaceptable está actitud. No sólo no hemos comenzado, sino que tampoco nos han dado alguna fecha para saber cuándo será'.
Los trabajadores contratados de Sidor (8 mil) desde la nacionalización de la planta en abril de 2008 han pedido que se les incluya progresivamente en la nómina fija. Sin embargo el Estado no les ha presentado nada concreto, no se ha planteado el tabulador de pagos que han solicitado los empleados, ni tampoco cómo podría comenzar la incorporación al personal fijo de la acería.
DEUDA LABORAL EN PDVSA
En Petróleos de Venezuela el gobierno también está en mora. El contrato colectivo (de 75 mil trabajadores) se venció el 21 de enero, y a pesar de que la junta directiva provisional de la Federación Unificada de Petróleos de Venezuela (Futpv) se dirigió hace un mes al ministro del Trabajo, Roberto Hernández, para iniciar las discusiones, no ha habido respuesta por parte de esa cartera.
En cuanto a los buhoneros de Caracas igualmente se les ha dejado atrás. La edificación que se prometió en febrero de 2007 para reubicar a los comerciantes de Sabana Grande aún no está lista.
Mientras que los informales de Catia, El Cementerio y Antímano desconocen dónde serán reacomodados, al igual que los no incorporados al nuevo mercado de Quinta Crespo.
Finalmente el caso de los empleados de Venirauto, quienes no sólo no han podido discutir su contrato, sino que algunos dirigentes sindicales han sido despedidos por exigir sus derechos. En total son más de un millón de personas que dependen del gobierno y están a la espera de que se deje de lado la política y se atiendan sus necesidades reales. REGRESAR |