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La crisis financiera global fue aplaudida por Chávez hace unos meses con la premisa de que el capitalismo estaba tocado de muerte. Pero el Presidente no estaba sino haciéndose el harakiri político cuando celebraba el desplome de los mercados bursátiles de medio mundo. Porque en los 10 años que lleva en el poder, Chávez practicó un capitalismo de Estado rentista que ahora vive bajo la sombra de la crisis tras la caída de los precios del petróleo, la materia prima de la que depende el 90% de los ingresos por exportaciones. El gobierno cerró el presupuesto para este año basando sus cuentas en un barril de crudo a 60 dólares. El barril de petróleo venezolano cerró muy por debajo de los 125 dólares a los que llegó en su mejor momento en 2008. De ahí que Chávez haya tenido que echar mano de las reservas internacionales. De los 43.000 millones de dólares que había en caja hace unos meses, al gobierno le quedan sólo 29.600 millones, de acuerdo con datos del Banco Central de Venezuela. Según economistas locales consultados por LA NACIÓN, si el precio del petróleo no repunta, el colchón de reservas podría durarle a Chávez sólo hasta fin de año. 'Para poder hacer frente a los gastos fuera del presupuesto, como el dinero destinado a ayudar a Bolivia o a comprar los bonos de la deuda argentina, el barril de petróleo debe situarse por encima de los 60 dólares', advierten. Además, el país podría crecer este año sólo un 3% (muy por debajo del 8% promedio de los últimos años), según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Con el índice de inflación más alto de la región (por encima del 30%) y los ingresos del Estado en caída libre, los analistas coinciden en que Chávez aceleró el referéndum para que la crisis que se avecina no incida de lleno en la imagen de su gobierno. REGRESAR |
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