La justicia estadounidense congeló los activos del financiero texano Robert Allen Stanford, acusado por el regulador bursátil estadounidense, la SEC, de montar un fraude por 8 mil millones de dólares en productos financieros, prometiendo rendimientos excepcionales.
Al parecer, los productos se habrían vendido a través de Stanford International Bank y la acusación se dirige también contra 3 empresas de Stanford: Stanford International Bank (SIB), con sede en Antigua, Stanford Group Company (SGC), con sede en Houston, y Stanford Capital Management.
Un testigo vio a unas 15 personas, algunos con chaquetas que los identificaban como agentes de seguridad, ingresando al lobby del edificio de la empresa en el área de Houston Galleria. Minutos después, equipos periodísticos llegaron al lugar mientras helicópteros sobrevolaban el edificio. No había ningún portavoz de las fuerzas de seguridad en Houston ni de la firma inmediatamente disponible para hacer comentarios.
Stanford Financial dijo que aún estaba en funcionamiento pero 'bajo el gerenciamiento de un síndico', según un papel pegado con cinta en la puerta de las oficinas de Houston.
Según la SEC, la firma Stanford International Bank, con sede en la isla de Antigua, vendió unos 8 mil millones de dólares en certificados de depósito.
El fondo había prometido a los inversores 'tasas de interés improbables y no justificadas', supuestamente debidas a su 'estrategia de inversión excepcional', que habría permitido al banco obtener beneficios sobre las inversiones de dos cifras durante quince años, alega la SEC.
Este caso de fraude es el más importante revelado en Estados Unidos desde el arresto en diciembre del financista neoyorquino Bernard Madoff, acusado de haber montado un fraude piramidal (esquema Ponzi) por 50 mil millones de dólares.
El grupo tiene oficinas en los Estados Unidos (Texas, Colorado, Arkansas, Tennesee, Missouri, Lui-siana, Georgia, Carolina del Norte, Virginia y Florida), México, Ecuador, Perú, Venezuela, Colombia, Panamá, Suiza, las Islas Vírgenes Americanas, Aruba y Antigua & Barbuda.
El juez Reed O'Connor ordenó la repatriación a Estados Unidos de los fondos congelados, para garantizar la competencia de la justicia estadounidense en el caso. El SIB reivindicaba en junio 8 mil millones de dólares en activos, así como una clientela 'muy exclusiva'. El fondo anunció 'falsamente' según la SEC, que no estaba expuesta 'ni directa ni indirectamente' al fraude de Madoff.
La SEC dijo que pidió que se congelen los activos de los acusados, entre quienes hay dos altos directivos financieros del grupo, 'para tomar control de los activos de los defendidos para su protección'. El grupo financiero Stanford asegura administrar fondos por más de 50mil millones de dólares. Edc/Afp REGRESAR |