STANFORD. Sus ojos brillan. Está indignada. Cólera y tristeza es lo que brota de Ángela Manrique Osorio cuando me cuenta su tragedia. Está frente a mi escritorio, su voz es tímida: 'Mi vida termina y comienza hoy'. Viuda de 75 años maldice a un corredor de dinero que le recomendó en Panamá depositar sus ahorros en Stanford Bank. Eran trescientos mil dólares, que desde hace doce años había colocado en un banco de Florida, que sólo le pagaba el 1 por ciento de interés, ellos le ofrecieron 12 por ciento. 'Todo lo que me dejó mi marido, un médico honrado que trabajo muchos años. Me depositaron 24 mil dólares el año pasado. Fue una trampa para quitarme lo que me quedaba. Metí a mi hermana en esto y ahora ambas quedamos en la ruina. Me voy a donde sea, pero si me encuentro a ese corredor ya sabe. Mi hermana no duerme desde que apareció la noticia. Usted señor Almenar debe ayudarnos. Yo creo en usted y adoro Quinto Día'. Estalla en lágrimas y se levanta. 'Pronto tendrá noticias de mi'. Me abraza. La última información que tengo sobre el caso es que la Fiscalía impidió viajar en avionetas privadas a dos principales directivos de Stanford Bank Venezuela, Hugo Farías y Martínez Motola. Otros dos ejecutivos ya se fueron vía Colombia... REGRESAR |