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No se creó como un estado. Tampoco como municipio. Razón tenía entonces el ex alcalde mayor Juan Barreto cuando decía que la Alcaldía Metropolitana había nacido en un limbo, pues desde sus comienzos no estaba contemplada como forma político territorial.
La Alcaldía Mayor surgió como mera figura político-administrativa, ante las necesidades de una capital que se hacia cada vez más extensa y que ameritaba de un ente coordinador. 'La unidad funcional que se creó entre Libertador y el resto de los municipios propició la necesidad de institucionalizarla y de crear una figura que la administrara con visión de conjunto', afirmó Carlos Ciordia, ex concejal metropolitano.
El asunto es que la creación de la Alcaldía Mayor no quedó contemplada expresamente en la Constitución Nacional. Y al no tener un piso jurídico de rango constitucional que la amparara se prestó a muchas confusiones, que ni un recurso de interpretación del TSJ logró aclarar.
'La Alcaldía Metropolitana nació condenada a ser conflictiva, porque es una entidad que no existe', afirmó la abogada Adriana Vigilanza. 'Su existencia ha estado en pugna entre el Distrito Capital y la Gobernación de Miranda. Así que a esa autoridad única siempre le ha tocado pelear entre un alcalde y un gobernador'. acotó.
A juicio de Ciordia, la solución hubiese estado en contemplar dentro de la Constitución Nacional que la figura del alcalde metropolitano ejerciera en el territorio del Distrito Capital las facultades del gobernador y el Cabildo Metropolitano cumpla la figura del Consejo Legislativo. Y no promulgar una reforma de la Ley del Distrito Capital, que creará una tercera instancia de poder.
En opinión del diputado Dario Vivas, la reforma lo que buscará es la justa distribución de los recursos a las 22 parroquias de Caracas. Sin embargo, el concejal metropolitano Alejandro Vivas tiene otra interpretación: 'Esa reforma lo que pretende es legislar sobre el distrito metropolitano y quitarle recursos para dárselo a una persona designada a dedo, lo cual desconoce la voluntad popular'.
De ser así, ese ente coordinador está prácticamente condenado. Con una autoridad por encima, una reducción de recursos y funciones transferidas al Estado, no habrá manera de solventar los errores de base y estará destinado a morir.
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