Estos pronósticos del caos son de fin del 2008. Desde entonces, se ha acentuado el desempleo, la paralización de fábricas y comercios, etc, y se pronosticaron peores cifras para este 2009.'
Muy oscuro el panorama que pinta Wim Dierckxsens, investigador y doctor en Ciencias Sociales, en Le Monde Diplomatique sobre la 'gran depresión del siglo XXI' y el comienzo de la administración de Barack Obama. Se apoya en citas de famosos economistas, destacados autores, para llegar a conclusiones sombrías, casi sin salida.
No se quién es Adrian Salbuchi, no he leído nada suyo, pero es citado en último término por Dierkxsens; es autor del libro 'Crisis terminal del sistema financiero global' y calcula que '...el Tesoro y la Reserva Federal declaran una emergencia económica nacional e introducen una nueva moneda el Dólar Nuevo, que se basará otra vez en el patrón oro. En busca de lograrlo, bastará aprovechar un feriado bancario para instrumentar el cambio. Para su transición, se determinarán, en opinión de Salbuchi, términos beneficiosos para los bancos, empresas, ciudadanos y aliados preferidos. Luego con determinados poderosos tenedores de dólares y bonos del tesoro, se negociará, según claros intereses geopolíticos, que determinadas instituciones transformen sus tendencias en dólar actual por Dólar Nuevo según otras prioridades. Por último, al resto de tenedores de dólares-ahorristas privados en el mundo (entre ellos, los venezolanos, digo yo, DR) se les dirá que Estados Unidos dejará que el mercado local e internacional determine la paridad entre Dólar Nuevo y viejo dólar. Entonces veremos a los cambistas locales dando 10 ó 20 viejos dólares por cada Nuevo: un 'corralito de escala global' y una expresión clara del sálvese quien pueda'.
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