El gobierno no parece estar muy preocupado por concretar la venta de la filial venezolana del Stanford Bank, que cayó en desgracia luego de que el principal accionista de su casa matriz, Robert Allen Stanford, fue acusado de fraude en Estados Unidos. Aunque la junta interventora convocó una segunda subasta tras el fracaso de la primera, en los predios oficiales se comenta que, en caso de que no haya ningún comprador, la entidad pasaría a engrosar la lista de empresas estatales. El Stanford Bank, sin embargo, aportaría poco al sistema financiero público, pues apenas tiene quince oficinas en el país.
REGRESAR |