La caída de un helicóptero de fabricación rusa MI17 en el sector el Alto de Rubio, en el estado Táchira el pasado domingo que ocasionó la muerte de 17 militares y un civil es el quinto accidente de unidades de la Fuerza Aérea y del Ejército en los últimos siete años. En este lapso, han muerto 34 integrantes de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
El primer siniestro de 2008 ocurrió el 13 de junio en Fuerte Tiuna, afortunadamente sin muertos. Un helicóptero ruso MI-17 se precipitó a tierra, presuntamente porque comenzó a liberar el combustible luego de una maniobra del piloto. Ésta fue la versión del jefe de operaciones de los Bomberos Metropolitanos, Delio Martínez. Sin embargo, extraoficialmente se conoció que el helicóptero dejó de funcionar por impericia del piloto. En la aeronave viajaban diez personas, entre ellas el otrora comandante del Ejército, Carlos José Mata Figueroa hoy comandante general de la Milicia Nacional. Sólo resultó herido el piloto, Reinaldo Granado.
Un mes después, el 22 de julio de 2008, ocurrió un nuevo incidente en la comarca de Coloma, en Cochabamba, Bolivia, donde cayó un helicóptero francés Superpuma. Cuatro militares de la Aviación venezolana murieron: el mayor Rodolfo Saúl Rivas, el teniente Deivins Antonio Bustillos García, el maestro técnico de segunda Carlos Oswaldo Jatar Medina y el aerotécnico de primera César Bastidas. Todos fueron ascendidos post mortem por el presidente Chávez a escasos minutos de partir a Rusia 'como reconocimiento a su espíritu de sacrificio, valentía y servicios prestados a la patria'. El presidente de Bolivia Evo Morales había viajado ese día en la misma aeronave.
Un año antes, el 29 de junio de 2007, un helicóptero francés modelo Alouette del Ejército venezolano se había precipitado también en Bolivia, a cuatro kilómetros de Cochabamba. En aquel accidente murió el piloto venezolano Juan Carlos Izarnostegui, de 34 años.
Previendo lo que podría pasar a futuro, en la Gaceta Oficial 38.889 del 12 de marzo de 2008, se decretó la conformación de una Junta Investigadora de Accidentes Aéreos de la Fuerza Armada Nacional. Quedó conformada por 52 funcionarios militares de los cuatro componentes que actuarían por períodos. La primera junta investigaría los casos que ocurrieran entre enero, mayo y septiembre de 2008. La segunda, los de febrero, junio y octubre. La tercera, los de marzo, julio y noviembre. La cuarta, los accidentes ocurridos en abril, agosto y diciembre. No obstante, sus informes nunca han sido públicos.
LOS DE ANTES
Previamente, en 2002 y 2006 ocurrieron dos accidentes que cobraron la vida de nueve militares y tres civiles aproximadamente. De acuerdo con el informe de Leonardo Rangel, coordinador de la misión de rescate de la Organización Rescate Humboldt, el 19 de abril de 2002 un helicóptero francés Cougar cayó en las montañas aledañas al túnel Boquerón 1, ubicado en la autopista Caracas- La Guaira, mientras se desplazaba desde la Escuela Naval, en Mamo, hacia Caracas.
Allí fallecieron seis miembros del Estado Mayor de la Aviación.
Entre ellos, el entonces comandante general de la Aviación, general de división Luis Acevedo Quintero.
También el comandante de Operaciones Aéreas, general de brigada Pedro Torres Finol; el comandante de Operaciones de Personal, general de brigada Rafael Quintana Bello; el director de Telemática del Estado mayor de la Aviación, general de brigada Julio César Ochoa Omaña; y los pilotos del Grupo Aéreo de Transporte Número 5, capitán Jesús Viera Rodríguez y el teniente Gerson Jorge Pereira.
Otro accidente ocurrió el 2 de marzo de 2006, cuando un helicóptero de la Aviación, modelo AS61D, cayó mientras se desplazaba desde la comunidad de Chaparralito, en el estado Apure, hasta Puerto Ayacucho, en Amazonas.
La causa: falta de combustible. De nuevo hubo muertos: ocho, entre militares y civiles.
El especialista en temas de Seguridad y Defensa, Carlos Hernández, considera que son diversas las razones que explican estos accidentes. Del helicóptero Cougar que cayó en Cochabamba, aún espera por las explicaciones de la Junta Investigadora, pues sabe que quienes volaban ese helicóptero eran militares de los más preparados de la Aviación.
El incidente en Puerto Ayacucho le asombra: 'Es inexplicable que un helicóptero se caiga por falta de combustible'. En el caso de los vehículos rusos, considera que sus fallas, entre otras cosas se deben a poco entrenamiento: 'Se compraron 48 helicópteros, pero en dos años es imposible cambiar el sistema americano al ruso. Es muy poco tiempo'. REGRESAR |
