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El precio definitivo es todavía la gran incógnita en las negociaciones entre el Grupo Santander y el gobierno de Hugo Chávez en torno al Banco de Venezuela, dijeron a 'El Mundo' fuentes familiarizadas con la operación.
A partir de hoy y con la firma de esta 'carta de intención' lo que comienza es un proceso de evaluaciones y complejas negociaciones con los representantes españoles donde la piedra de tranca es la forma como será pagado el valor del banco.
El año pasado, cuando el gobierno anunció su interés en comprar el Venezuela, el precio estaba entre 1.300 y 1.600 millones de dólares.
Esa es la cifra que se manejó cuando el banquero Víctor Vargas, del Banco Occidental de Descuento (BOD), intentó sin éxito comprarlo proponiendo como forma de pago bonos de la República, según fuentes de la banca.
Pero en los últimos meses el precio ha caído, en otras cosas por el efecto político y el clima de incertidumbre en el sector privado con la nueva ola de nacionalizacioens y estatizaciones, muchas de ellas sin pago justo y a tiempo.
'La variable precio se ha manejado de una manera muy hermética' en esta negociación, dijo una fuente.
La opresión que entra ahora en una etapa final incluye determinar qué parte será pagada en efectivo y cuál en papeles.
El comodín en la negociación es una repatriación de dividendos a la casa matriz por $150 millones que tiene pendiente de liquidación el Venezuela ante Cadivi.
Ese valor corresponde al ejercicio del 2008, no está claro cuanto sería el monto del primer trimestre de 2009.
El ministerio de Finanzas podría ordenar a Cadivi que entregue las divisas, con lo que el Grupo Santander recuperaría una factura pendiente, justo antes de levantar vuelo y salir de Venezuela, dijo una fuente familiarizada con la parte compradora.
En el sector oficial se maneja la cifra de $1.500 millones como el monto total de reclamos de repatriación de dividendos presentados por empresas internacionales que quedan en el país ante Cadivi y a la espera de una respuesta.
Los pagos pendientes pueden subir a $5.000 millones si se incluyen liquidaciones pendientes por tarjetas y cartas de crédito, según fuentes privadas y públicas.
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