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| La ayuda financiera que el gobierno de Venezuela brinda a Nicaragua está en tela de juicio en el país centroamericano debido al uso político que el gobierno del Presidente Daniel Ortega estaría dando a esos fondos. Durante el año pasado, la ayuda llegó a los 457 millones de dólares, según un informe del Banco Central de Nicaragua. La polémica surgió porque, de ese total, 146 millones de dólares (el 30%) son manejados por Alba-Caruna, una cooperativa de ahorro y préstamos privada, vinculada al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Tanto la oposición, como algunos partidos aliados del FSLN exigen al gobierno que transparente el uso de esos fondos. La ayuda venezolana 'se está utilizando de forma particular partidaria', lo que 'constituye una ofensa para el pueblo de Nicaragua', declaró el diputado de la opositora Bancada Democrática Nicaragüense (BDN) Carlos Langrand al diario La Prensa. El diputado criticó especialmente que US$ 146 millones se canalicen a través de un organismo privado, como es Alba- Caruna, que 'está beneficiándose de manera particular de una cooperación entre dos gobiernos', agregó. El diputado Agustín Jarquín, presidente del partido Unidad Demócrata Cristiana, aliado del sandinismo, dijo a 'El Mercurio' que 'mezclar la política con cuestiones partidarias y con cosas financieras no funciona'. 'Al comienzo se utilizaron los recursos con un fin más político, lo cual causó un efecto financiero nocivo. Hace falta transparentar muchas medidas. Desde el punto de vista gerencial, debería haber más eficiencia, apartando lo más posible el criterio político partidista de la colocación de créditos, por ejemplo', añade Jarquín. Discrecionalidad completa La cooperación venezolana es desglosada en el documento del Banco Central en tres grandes rubros: Cooperación Petrolera, Cooperación Bilateral e Inversión Extranjera Directa. Esos fondos ingresan a Alba-Caruna por un acuerdo mutuo entre los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, firmado en 2007. 'El ámbito de discrecionalidad es completo. Hay una virtual privatización de la cooperación venezolana. Su administración gira alrededor de las prioridades del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). No hay ni auditoría ciudadana, ni control de parte de la Contraloría General de la República', señala a este diario Eduardo Marenco, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, (IEPP), de Managua. En la prensa nicaragüense se califica a Alba-Caruna como una suerte de banco paraestatal o un ministerio de facto. El diputado Jarquín, quien fue contralor de la nación entre 1996 y 2000, no descalifica la acción de Alba-Caruna, pero reconoce su calidad de entidad financiera: 'Es una cooperativa privada de filiación sandinista que ha funcionado bastante bien con medianos y pequeños productores agropecuarios. Actúa como un banco pequeño, como una microfinanciera casi, que no capta recursos del público, pero sí da préstamos a los asociados'. Banco de los Ortega' Marenco, en cambio, desconfía de la actividad de la cooperativa. Cree que en el futuro Alba-Caruna se convertirá en un banco. 'Lo curioso es que, sin ser una entidad estatal, otorga créditos y actúa de facto como un nuevo banco que representa intereses partidarios directamente vinculados al Mandatario. No me extrañaría que, dentro de varios años, Alba-Caruna pase a ser un banco cuyos principales accionistas sean el Presidente Ortega y sus allegados. El Banco de los Ortega', afirma Marenco. La intensa colaboración de Caracas también despierta suspicacias por los riesgos políticos que puede conllevar. 'Es una invitación a asumir gratuitamente los conflictos regionales en que pueda involucrarse el Presidente Hugo Chávez', señaló el diputado Pedro Joaquín Chamorro Jr. al diario guatemalteco Siglo XXI. EE.UU. suspende su cooperación Washington suspendió un paquete de ayuda de 64 millones de dólares para Nicaragua. La suma corresponde a una parte de un plan a de inversión de 175 millones de dólares, a cinco años, de la Corporación del Desafío del Milenio. Esta entidad fue creada en 2002 por el ex Presidente George W. Bush para combatir la pobreza en naciones en desarrollo. La decisión se adoptó el miércoles, por considerar que el gobierno de Daniel Ortega no muestra avances en el compromiso con principios democráticos. En tanto, el sábado, Ortega anunció que Venezuela aprobó 50 millones de dólares de cooperación para reponer parte de esta ayuda cancelada. Un acuerdo sui géneris La ayuda total de Venezuela a Nicaragua pasó de 185 millones de dólares en el año 2007 a 457 millones de dólares en 2008, fondos que son manejados al margen del Presupuesto General de la República, según el informe Cooperación Oficial Nicaragua 2008, elaborado por el Banco Central nicaragüense. Esta forma de manejar los fondos levanta críticas porque no hay una institución que los fiscalice. 'Ortega y Chávez crearon una modalidad de pago sui géneris. Nicaragua importa petróleo venezolano a través de la Empresa Estatal de Petróleos de Nicaragua, Petronic, la que paga la factura al contado a Albanisa, empresa que representa los intereses de Venezuela y Nicaragua', explica Eduardo Mareco, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), de Managua. 'Albanisa, a su vez, paga el 50 por ciento de lo facturado a la venezolana PDVSA. El otro 50 por ciento lo transfiere a los Fondos Alba (25 por ciento para proyectos sociales en todos los países del Alba), y el otro 25 por ciento es transferido a Alba-Caruna bajo la égida de Ortega', indica. Cifras US$ 293 millones de dólares es el total de la cooperación petrolera. US$ 147 millones de ese total van para donaciones al fondo Alba (que beneficia a Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela) S$ 146 millones ingresan a la cooperativa Alba-Caruna ✍ Erika Lüters Gamboa. . REGRESAR |
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