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La creación de la Corporación Eléctrica de Venezuela tomó por sorpresa a casi todos. Y su solo anuncio, corolario de una decisión anticipada por el Ejecutivo Nacional, ha desatado un remolino de conjeturas, seguidas de sinsabores y complacencias por parte de algunos sectores.
La formación de un holding eléctrico ya le había apetecido en el pasado a otros gobiernos, pero éste asume el proyecto sin pestañear y a pocas semanas de quedar el sector completamente estatizado.
Víctor Poleo, ex director de Energía del entonces Ministerio de Energía y Minas e impulsor de la Ley Eléctrica del año 1999, advierte que con esta corporación eléctrica se quiere "solucionar un problema mal identificado".
El profesor universitario señala, además, que para alcanzar la solución a un problema "es preciso bien identificarlo y ello obliga a privilegiar al usuario, razón de ser del servicio eléctrico".
"Salvo en la Gran Caracas y en las industrias de Guayana", dice, "el mal servicio eléctrico causa estragos en la actividad económica y en el bienestar social de los usuarios de los Andes y de Falcón, del centro y del oriente del país. Nos preguntamos si la Corporación solventaría per se la pobre calidad del servicio eléctrico que viene atormentando a la mayoría de la población durante los últimos seis años".
Unión con dificultades
-Se ha dicho que la intención de este ente es profundizar las sinergias. Que aquellas empresas óptimas contribuyan a disminuir las ineficiencias de otras.
-Me viene a la mente la unión de las dos alemanias en 1984. Todavía hoy el costo de sacar de su rezago a la Alemania Oriental, que antes estaba en el campo socialista, es un costo que le pesa a toda la sociedad y economía alemana y fueron cultivados bajo la cultura de ineficiencias corporativas. Sinergia es confluencia de factores y vitalidades, la pregunta es: ¿cómo puede la cultura de La Electricidad de Caracas (EDC) interactuar con la cultura de Cadafe/Centro? Es una inútil esperanza.
-¿Pero cuentan con turbinas similares?
-Planta Centro nunca pudo llegar a funcionar. ¿Por qué todavía hoy están anunciando que van a invertir? Tenemos 25 años escuchando que en Planta Centro se ha estado invirtiendo recurrentemente en los presupuestos fiscales y parafiscales. ¿Qué se ha logrado hacer con la conversión a gas? De sus 5 unidades, 2,2 operan en promedio al año. Sin dudas que la experiencia de los ingenieros termoeléctricos de EDC puede poner en marcha Planta Centro. La pregunta es, ¿por qué los ingenieros termoeléctricos de Cadafe no han logrado hacerlo? Es entrar en una polémica agria.
La empresa Cadafe siempre sirvió a la clase política para predar. Es el caso Uribante-Caparo que el diputado Luis Tascón tardíamente denuncia ahora. Cadafe no tiene por qué existir más, es el foco de todos los males.
-¿Qué significa no existir más?
-No existir más significa -y esto fue debatido en el sector eléctrico cuando se conceptuó nuestra primera Ley Eléctrica en 1999- separar generación, transmisión y distribución. La transmisión de Cadafe pasa a una Empresa Nacional de Transmisión con las líneas de Edelca. La generación estratégica y ambientalista queda en manos del Estado: Caroní y Uribante Caparo, porque ambos desarrollos son mucho más que hidroelectricidad.
La generación termoeléctrica incremental bien puede quedar en manos de capitales nacionales, pero no de la AES como fuera la desnacionalización de La Electricidad de Caracas (EDC) en 2000 por este mismo gobierno transgresor. La distribución bien podría ser socializada, es decir, entregada al mal llamado poder popular. En Suiza operan 1.500 empresas de distribución eléctrica, en manos de sus usuarios.
Riesgos de una decisión
-¿Y esto contribuiría a acabar con la cultura Cadafe y la cultura Edelca?
-La cultura hidroeléctrica es una cultura de cuencas, bosques, ambiente, aguas. Las cuencas del Caroní Paragua son cien mil kilómetros cuadrados, 1 de cada 10 Km2 del país es Caroní-Paragua y de allí depende 70% de la electricidad. Es imposible creer que pueda haber sinergia entre la ingeniería hidroeléctrica y la cultura de centrales termoeléctricas que queman gas y fuel oil. Esas dos culturas, por más que el Presidente, con su pensamiento cuartelario, quiera convertirlas en Partido Único de La Electricidad, no podrán unirse porque las identidades de ambas compañías son distintas.
-Pero es el propósito del Gobierno Nacional eliminar las contradicciones y rivalidades internas. ¿Considera eso posible?
-Es inviable el propósito de sinergizar al sector eléctrico. Y es un error político si se quiere corregir rivalidades. Entre estas dos culturas institucionales del sector eléctrico estatal, mal puede haber contradicciones porque sus mandatos se complementan. Si acaso, tal vez rivalidades, por logros asimétricos. Cadafe, en efecto, exhibe una pobre gestión corporativa en el período 2001-2006; así, por ejemplo, las inversiones ejecutadas en transmisión apenas alcanzan 25% de lo presupuestado; las pérdidas no técnicas son de 40%; 80% de las fallas mayores de 100 megavatios ocurren en las líneas de transmisión de Cadafe y, como este hecho es público y notorio, la clase directiva de esa compañía sufre de envilecimiento y corrupción.
-La propuesta hecha de acabar con las culturas, ¿es imparcial?
-Una decisión de esta magnitud no puede ser tomada en ausencia del sector dominante, que es Edelca y sus clases profesional y directiva. Es la cultura eléctrica de La Habana la que mal puede sinergizarse con la cultura eléctrica de Venezuela. Y, debe tomarse en consideración, que hay dos sectores con los cuales es riesgoso jugar: la Fuerza Armada Nacional y la electricidad. REGRESAR |
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