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¿Quién sabe qué otras piezas bélicas compradas con nuestro dinero andan por ahí?
Hay que reconocer que en medio de la fluida cantidad de noticias pasó bajo la mesa que nuestro gobierno le haya comprado armas a Suecia. Tal vez fue poco publicitada en comparación con otras adquisiciones venezolanas. Nuestras autoridades siempre nos han dicho que esas compras son con fines defensivos y nunca ofensivos (como si hasta en las confrontaciones más primitivas las lanzas y los escudos no fueran ambas armas de guerra). Tal ha sido el caso de España o Rusia. Ahora gracias a la intermitente posición de Colombia, que suelta la información que vincula a nuestras autoridades con las FARC a cuentagotas, nos enteramos de que en campamentos del grupo terrorista habían armas de alto poder antiaéreo y antitanques compradas por Venezuela. ¿Quién sabe qué otras chucherías bélicas compradas con nuestro dinero andan por ahí? La respuesta (como siempre contradictoria) no se hizo esperar. Para El Aissami esto no es más que un show mediático mientras que para Maduro se trata de una nueva 'campaña brutal' contra Chávez. Desde que comenzó esta escalada armamentista, se ha alertado sobre el peligro de que esas armas terminen por caminos 'non santos' en las manos criminales de las FARC, grupo para el cual el Presidente ha pedido beligerancia, comprensión y un minuto de silencio ante la muerte de uno de sus cabecillas, y hacia el cual personajes fundamentales como Lina Ron o Iris Varela han manifestado simpatía. Por eso nos resulta farisaico (vale decir hipócrita) que ahora el gobierno de Estocolmo se lleve las manos a sus suecas cabezas e, indignados, pidan explicaciones a Caracas. ¿Acaso no estaban al tanto de que esa 'peligrosa posibilidad' estaba latente cuando visitaban las fábricas de armas los perros de guerra venezolanos y cuando recibían el jugoso cheque, mientras aquí vivimos ante la amenaza permanente de la inseguridad entre otras calamidades? ¿O es que se aplica la táctica de primero vender las armas y luego organizar foros internacionales con sesudos analistas pacifistas para organizar 'hojas de ruta y mecanismos de negociación' para que no nos sigamos matando? Con razón la advertencia de Israel.
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Unai Amenabar REGRESAR |
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