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Los incidentes más importantes con Colombia en estos 10 últimos años han tenido por causa el apoyo del Estado venezolano a las FARC, entre estos destacan: 1.- La declaración de neutralidad de Venezuela frente al conflicto armado en Colombia, expresada en 1999 por el recién estrenado gobierno, como primera medida de política exterior. Esto involucraba el reconocimiento del estatus de beligerancia a los miembros de las FARC. 2.- La captura del canciller de las FARC Rodrigo Granda en 2005, cómodamente instalado en el territorio nacional. 3.- Las imprudentes llamadas del Presidente venezolano a miembros del Alto Mando militar colombiano en el marco de su 'intermediación' para la liberación de los rehenes en manos de las FARC.
4.- La ruptura de relaciones entre ambos países, por el ataque al campamento de Raúl Reyes en Ecuador. 5.- Las recientes revelaciones incómodas de transferencia de armas por parte de Venezuela a las FARC. Concebido como medio estratégico para fortalecer la revolución bolivariana, el costo que ha representado al Estado venezolano el apoyo a las FARC ha sido demasiado grande y comienza ya, a socavar al gobierno en lo interno y frente a la comunidad internacional.
Hablar de la necesidad de crear un escudo de occidente en el seno de la Fuerza Armada Nacional a 10 años de gobierno-, como medida para contrarrestar el poder tecnológico que tendrá Colombia con la cooperación norteamericana en 5 bases militares de ese país, es indicador del fracaso de una política hacia nuestras fronteras y de la ausencia de una cabal estrategia de defensa nacional, que no se edifica de un día para otro, simplemente se proyecta y se consolida. Suficiente tiempo ha transcurrido para ello sin que esto sea posible. A los problemas de ayer en nuestra frontera: FARC y ELN, se les suman ahora los añadidos: FBL, paramilitares y delincuencia trasnacional organizada asociada al narcotráfico, algunos de ellos operando con armas de la Fuerza Armada Nacional como ha quedado demostrado, sin desvirtuarse hasta ahora por el gobierno.
Pero el más grave problema por enfrentar quizá no sea ese en este momento. El gobierno, en 10 años, no ha presentado datos anuales a Naciones Unidas sobre la transferencia internacional de armas, ni información acerca del material bélico adquirido en el exterior o fabricado en el país. Sus niveles de transparencia en este sentido son nulos. También es nulo el aporte de datos sobre gastos militares que ha debido consignar en este mismo periodo de tiempo a Naciones Unidas, con lo cual los parámetros de credibilidad y control democrático sobre el tema frente a la comunidad internacional son francamente inexistentes.
Hacerse el sueco frente a los suecos por el caso de los AT4 es difícil y parece, del lado venezolano, no haberse calibrado aún las consecuencias. Una cosa es adversar a Colombia con los métodos tradicionales frente a cada nuevo problema y otra muy distinta pretender marear a la comunidad internacional sobre un tema capital que puede generar consecuencias jurídicas muy graves para Venezuela: el apoyo logístico de un Estado a grupos armados ilegales que han cometido crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad. Eso, más que líos en las relaciones con los Estados vecinos, genera problemas serios de derecho internacional público que pueden derivar en demandas contra Venezuela ante la corte internacional de justicia, embargos en la venta de armas y resoluciones condenatorias por parte de órganos regionales y universales con efectos sobre el tránsito de bienes, servicios y personas desde o hacia Venezuela.
Por el momento, muy lamentablemente parece que nadie ha informado de estos pequeños detalles a un Presidente, cuyo apoyo a las FARC puede llegar en un futuro- a costarle incluso el cargo
ROCÍO SAN M IGUEL
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| Fecha publicada: 30/07/2009
Fuente: TalCual
Tema: politica
Tags: Chavez y las FARC
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