Un general aseguró este martes que con la expulsión el 28 de junio del presidente Manuel Zelaya se detuvo en Honduras el plan expansionista 'disfrazado de democracia' que Venezuela pretendía llevar hasta Estados Unidos.
'Honduras, la sociedad hondureña y sus fuerzas armadas, pararon ese plan expansionista de un líder sudamericano de llevar al corazón de Estados Unidos un socialismo disfrazado de democracia', dijo el comandante del Ejército, general Miguel Angel García, sin mencionar al presidente venezolano Hugo Chávez.
'Así, en Honduras, se frenó el socialismo disfrazado de democracia', afirmó el militar al Canal 5 de la televisión local.
'Honduras dijo no a ese plan, sencillamente porque la experiencia de hace 30 años durante la década de la Guerra Fría se experimentó la situación crítica de la subversión que vivió Centroamérica', añadió.
Entre 1979 y 1990, Honduras se convirtió en el centro de operaciones de Washington para combatir las guerrillas de izquierda en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, en cuyos países se desataron guerras civiles que dejaron casi 200.000 muertos en 11 años.
En la entrevista televisiva comparecieron los generales Romeo Vásquez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, y su segundo a bordo Venancio Cervantes. También los generales Luis Javier Prince, jefe de la Fuerza Aérea, y el contralmirante Juan Pablo Rodríguez, comandante de la Fuerza Naval.
Pero Vásquez sostuvo que 'el pueblo es el soberano que determinará el tipo de ideología que escoja', tras advertir que, 'por la mente flexible de los militares', ellos aceptarían trabajar con un partido político o un presidente de izquierda en caso que éstos ganaran unas elecciones en Honduras.
Respaldó además el diálogo puesto en marcha por el presidente costarricense Oscar Arias para buscar una salida a la crisis hondureña.
'Los militares respetamos cualquier solución que se obtenga bajo la mediación del presidente Arias... y acataremos sin problemas cualquier resolución a que se llegue en San José', subrayó.
Cervantes señaló que las fuerzas Armadas depusieron a Zelaya 'de acuerdo a la misión, que nos dieron los tribunales, con un profesionalismo muy grande', mientras que Rodríguez dijo que 'las fuerzas armadas lo que hicieron (al deponer a Zelaya) fue hacer prevalecer la defensa y la supervivencia del Estado, que era amenazado'.
Subrayó que 'el sistema democrático era amenazado porque con esa encuesta (popular de Zelaya) se pretendía establecer una asamblea constituyente... y todo el sistema se derrumbaría ante los intereses de un pequeño grupo'.
Los militares enviaron al exilio a Costa Rica a Zelaya y ese mismo día la legislatura puso en su lugar al presidente del Congreso Roberto Micheletti, del oficialista Partido Liberal, el del mandatario defenestrado.
A las pocas horas del golpe Chávez amenazó con enviar tropas a Honduras para restituir a Zelaya e impulsó una ofensiva en la OEA, que expulsó de su seno a Honduras a principios de julio.
Entre 1956 y 1982 los militares gobernaron Honduras durante casi 20 años luego de derrocar a tres presidentes elegidos democráticamente.
Empero, en la asonada de hace 38 días depositaron el poder en los civiles y se retiraron a sus cuarteles.
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