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El que gana se lo lleva todo, dejando sin espacio a sus oponentes en los cuerpos colegiados. Así se pueden resumir los efectos de la Ley Orgánica de Procesos Electorales aprobada en la Asamblea Nacional con el voto favorable de los diputados que integran las bancadas del PSUV y del Partido Comunista.
La nueva norma electoral, al imponer un sistema de sobrerrepresentación de las mayorías - denominado en la Ley como sistema paralelo- provocará que Venezuela adopte un régimen de partido hegemónico, similar al que permitió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México gobernar durante setenta años ininterrumpidos. En la práctica el nuevo sistema electoral permite la existencia de todo clase de organizaciones políticas y aunque todas podrán competir por el poder, un partido contará más que los demás.
Si institucionalmente se garantiza que se cumplan las reglas democráticas y que la confección de las circunscripciones electorales sea estrictamente técnica y no política, Venezuela podría retomar al concepto de partido predominante que existió en el país durante el 'trienio adeco'.
En este sistema también se permite la existencia de toda clase de organizaciones, pero en la práctica sólo una gobierna mientras electoralmente continúe siendo la primera minoría del país o logre obtener una mayoría simple.
Además de crear un sistema electoral que garantiza -por citar un ejemplo- que en un escenario polarizada para la próxima Asamblea Nacional el partido que obtenga 50,01% de los votos capitalice hasta 85,37% de las cargos, la nueva Ley Electoral, a juicio de los técnicos de partidos de oposición, permite a los rectores del CNE aprobar normas distintas para cada proceso comicial, no establece parámetros para auditar el sistema de votación, provoca que existan estados menos plurales que otros, hace inauditable la selección de los miembros de mesa, no establece mecanismos para controlar la campaña electoral y permitirá a la élite dominante modificar las circunscripciones electorales para que las zonas con voto militante puedan escoger más cargos que aquellas jurisdicciones de oposición.
No obstante, para el Poder Electoral, la Ley aprobada en el Parlamento 'consolida jurídicamente las políticas de confiabilidad y transparencia que el CNE ha venido aplicando para los últimos procesos electorales a través de la automatización del sistema (...) y proporciona marco jurídico a los procesos medulares que ejecuta el CNE en la organización de elecciones'
Además, destacan que la nueva ley 'proporciona legislación para las políticas de inclusión y acercamiento del sufragio a los electores que ha formado parte de la estrategia del CNE en los últimos cinco años'. REGRESAR |
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