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'Si el gobierno fuera eficiente, no buscaría silenciar a los medios que desnudan su ineptitud'
La 'por ahora' engavetada Ley de Delitos Mediáticos contempla hasta 4 años de cárcel si las noticias que se divulguen producen grave alteración a la tranquilidad pública, pánico en la población, zozobra, alteración del orden público o un perjuicio a los intereses del Estado.
Es gravísima la situación que vivimos, entre el cierre de las emisoras radiales (y las que faltan) hasta la vaguedad de los términos del proyecto de ley& tan vagos, que hasta los diputados le temen. ¿Quién va a definir qué constituye una 'grave alteración a la tranquilidad pública'?... Una 'grave alteración', para muchos, es que una cadena presidencial acabe con la transmisión de un juego de beisbol. ¿Y qué es 'pánico en la población', si ya vivimos en constante estado de pánico por la inseguridad personal, jurídica, social&? ¿Qué va a ser calificado como 'zozobra'? La 'zozobra' la puede causar cualquier cosa, hasta una bella música, recuerden La Naranja Mecánica.
No son precisamente los medios los que crean zozobra. Tan sólo informan sobre situaciones de zozobra, que es distinto. Cuando Diosdado Cabello se dio cuenta de lo impopular que resultaba que los deportes no se transmitieran en circuitos, se apresuró a decir que los deportes sí se transmitirían, como excepción. Cuando se llamó la atención sobre los temas culturales, incluyó éstos por la misma vía. ¿Qué es entonces lo que el Gobierno no quiere que se transmita? La respuesta se cae de madura: las noticias. El régimen cree en que 'no lo digo, luego no existe'. Muy cartesianos ellos.
Los medios son el eco de los millones de voces que expresan su inconformidad, su rabia, su desolación, su tristeza. Si todo lo que se informa fuera mentira, los medios privados no tendrían la abrumadora sintonía que tienen y la gente estaría pegada de los medios públicos. Para muestra un botón: ahí está TVes que no levanta cabeza.
Democratizar no es cerrar medios, es abrir muchos más medios. La tecnología del satélite Simón Bolívar lo permite. No es verdad que no haya frecuencias y por ello hay que disponer de las que ya existen. Democratizar es que el oyente, en uso pleno de su libertad, decida cuál estación oye y a cuál le cree.
NO NO-ticias, SÍ-SI-lencio, exige el régimen. Por ahora, se engaveta la ley que castiga la 'zozobra'. Pero la libertad sigue zozobrando.
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