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Suecia no ha recibido respuesta formal del Gobierno de Venezuela sobre el destino final de los lanzacohetes AT-4 hallados según las autoridades de Colombia en un campamento de las FARC y que el país europeo afirma que corresponden a un lote vendido a Caracas.
'El Gobierno de Suecia no ha recibido una respuesta formal. Seguimos trabajando mediante los canales tradicionales, que son los diplomáticos', dijo el consejero político de la Embajada de Suecia en Colombia, concurrente en Venezuela, Thomas Stromberg.
En conversación telefónica desde Bogotá, el funcionario no quiso comentar las explicaciones que dio el presidente Hugo Chávez sobre las armas en una reunión con corresponsales extranjeros el miércoles. En la rueda de prensa, el mandatario señaló que las armas AT-4 fueron robadas por insurgentes colombianos que atacaron el puesto fluvial de Cararabo (Apure) en febrero de 1995.
Stromberg afirmó que a pesar de no haber recibido respuesta 'los contactos bilaterales continúan a diferentes niveles'.
Añadió que su gobierno no se ha establecido una fecha límite para obtener la explicación de Venezuela. 'No hay prisa.
Estamos avanzando y eso es bueno', dijo.
Impasse regional. El caso explotó el 26 de julio, luego de que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aseguró que las FARC se han abastecido de armas en el mercado extranjero. Al día siguiente, el vicepresidente colombiano, Francisco Santos declaró: 'Ya en varios operativos en los que hemos recuperado arsenales de las FARC hemos encontrado municiones potentes, entre ellos armas antitanque que un país europeo le vendió a Venezuela y que aparecieron en manos de la guerrilla'. Agregaron que se trataba de armas capaces de derribar aviones de la Fuerza Aérea colombiana.
Inmediatamente, el Gobierno de Suecia exigió a Venezuela una explicación sobre tres lanzacohetes AT-4 que fueron vendidos a Caracas y encontrados por militares colombianos en campamentos de las FARC.
'Pedimos explicaciones a responsables del Gobierno de Venezuela para que nos digan cómo explican que este equipamiento haya sido encontrado en Colombia', dijo el consejero político del Ministerio de Comercio sueco, Jens Eriksson.
Según el funcionario, las armas encontradas habían sido vendidas a Venezuela en la década de los años ochenta.
En la rueda de prensa del 5 de este mes, Chávez señaló: 'Suecia cae en la trampa sucia (de Colombia) sin preguntar nada sino que de una vez emite un comunicado pidiendo explicaciones. Yo le dije a Nicolás (Maduro, ministro de Relaciones Exteriores) que le pidan explicaciones a la luna. Nosotros, por dignidad, no vamos a dar ninguna explicación; nosotros sabemos la verdad, es una maniobra del Gobierno de Colombia'.
El traspaso de las armas viola la cláusula de destino final que el comprador firma con el vendedor, en la cual el primero se compromete con el segundo a ser el único receptor del armamento. Así lo han afirmado militares y organismos internacionales relacionados con el control de armas, como el Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo. REGRESAR |
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