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Un estudio realizado por la Universidad Central de Venezuela con base en la pasada cohorte académica determinó que los egresados de la Misión Ribas tienen ventajas sobre los bachilleres egresados del sistema educativo formal. Eso influye en la asignación directa de cupos a través de la Oficina Nacional de Planificación Universitaria.
Amalio Belmonte, secretario de la casa de estudios, explicó que la mayoría de los estudiantes de la misión asignados a la UCV para el semestre pasado tienen 18 puntos de promedio, lo que a su parecer no se corresponde con su desempeño, pues la carga académica y horaria del programa que cursaron es mucho menor a la del bachillerato regular.
El programa de estudios de la Misión Ribas está compuesto por 10 asignaturas como Matemática, Lenguaje, Geografía Universal, Geografía de Venezuela, Historia Universal, Historia de Venezuela, Formación de la Ciudadanía, Ciencias, Inglés y Computación, que son cursadas en sólo cuatro semestres; a diferencia de la educación secundaria, en la que además de esas materias también se cursa Física, Química, Biología, Ciencias de La Tierra y otras, por un período de cinco o seis años, según la especialidad del bachillerato.
El docente denunció que en la investigación se describen los casos de estudiantes que sólo cursaron algunas materias, pero cuyo promedio tuvo como base las asignaturas vistas y no la totalidad de las que componen el pensum.
'Es una injusticia en relación con los compañeros que sí cursaron todas las materias, pues competían en condiciones desiguales', afirmó. Recordó que en algunos liceos, ante la inexistencia de profesores se promedian las calificaciones para llenar los vacíos.
Belmonte señaló que en la Universidad Central de Venezuela existen cursos para la preparación de docentes en las asignaturas con mayor déficit en escala nacional. Pidió al ministro de Educación, Héctor Navarro, no adjudicarle a las universidades los problemas estructurales de la educación secundaria. 'Cuando Navarro acusa de elitesca a la universidad evade su responsabilidad sobre el bajo rendimiento y las condiciones desfavorables de los alumnos de los liceos. La falla está en los liceos, no en el mecanismo de selección de la universidad. Corregir esas fallas corresponde al Ministerio de Educación', agregó.
Liceístas en desventaja. Del porcentaje total de cupos que se reservó la OPSU en la UCV en la pasada cohorte, 30% corresponde a egresados de la Misión Ribas.
Belmonte dijo que en las instituciones educativas en las que la misión imparte clases en el horario nocturno, no hubo discriminación entre las modalidades educativas.
'No se distinguió entre quienes estaban en el liceo y quienes estaban en la misión. Se hizo un solo bloque'. Manifestó que, luego de la investigación, quedó al descubierto que las asignaciones de la oficina universitaria se hacen de modo discrecional, pues alumnos con 20 puntos de promedio provenientes de la misma institución que sí estaban en igualdad de condiciones, quedaron fuera de la selección.
El profesor indicó que con el estudio también se determinó que los niveles socioeconómicos de los jóvenes admitidos en la UCV por prueba interna y los asignados por la OPSU poseen el mismo nivel socioeconómico.
Para Luis Bravo Jáuregui, docente de la Escuela de Educación de la UCV, el mecanismo aplicado por la OPSU 'es una discriminación afirmativa para favorecer a una minoría'.
La información de la Misión Ribas es muy reducida y de difícil acceso; sin embargo, dijo que existen denuncias sobre centros en los que sólo se imparten las asignaturas para las que existe disponibilidad de un profesor, en su mayoría materias de humanidades.
Bravo recordó que los alumnos de las misiones educativas reciben becas o apoyos económicos. 'La Misión Ribas está en ventaja porque depende directamente de Pdvsa; de acuerdo con el anuncio oficial, buena cantidad de personas son beneficiarias', señaló.
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| Fecha publicada: 13/08/2009 Fuente: El Nacional Tema: educacion
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