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La visita de Spike Lee dejó buen sabor entre los caraqueños. El director, guionista y productor se fotografió en los pasillos del Museo de Bellas Artes con un grupo de adolescentes que, tras el clic, no cesaban de preguntar quién era 'el tipo con la gorra de los Yanquis de Nueva York'. Su principal interés era hablar de cine y destinó aproximadamente hora y media a conversar de tú a tú con estudiantes, en un encuentro abierto al público. La nota discordante fue la ausencia de destacados cineastas venezolanos, quienes no fueron convocados, aunque instituciones como la Cinemateca Nacional y el Centro Autónomo de Cinematografía Nacional (CNAC) se encargaron de promocionar la conferencia en el gremio cinematográfico.
Realizadores como Rafael Straga e Iván Zambrano, ambos miembros de la directiva de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC), supieron que Spike Lee había estado en Caracas cuando el cineasta estadounidense ya volaba de regreso a casa. 'Como en otras ocasiones, no circuló la información', coincidieron ambos, vía telefónica. Lo mismo suscribió Rafael Marziano. 'Me enteré por el periódico. Me hubiese encantado ir a la conferencia, pero tuve que conformarme con leer las declaraciones de Spike Lee en el diario'.
Solveig Hoogesteijn se sorprendió al ser consultada al respecto.
'Me entero. Es una lástima porque lo admiro enormemente, pero ignoro la información de su llegada al país.
No he tenido contacto a nivel institucional ni a nivel personal con los organizadores de su visita'.
Una de las pocas caras conocidas que se dejó ver en el pasado viernes en el Museo de Bellas Artes fue la de Carlos Azpúrua, director de películas como Amaneció de golpe y Mi vida por Sharon. 'Independientemente de la convocatoria, hay que medir el evento por los resultados y la verdad es que fue un éxito. Había mucha gente de pie. Vi una sala llena de nuevos realizadores que hicieron del encuentro algo muy estimulante. La audiencia que había era fresca, joven y enterada; a diferencia de quienes siempre se están quejando. Si viene Spike Lee se quejan y si no también'.
La misma opinión la comparte Sofía Carlés, una de las estudiantes de cine que tuvo la oportunidad de intercambiar pareceres con Spike Lee. 'Me enteré de la charla un día antes a través de un correo electrónico enviado por la Cinemateca Nacional. Sé que otras instituciones como el CNAC y distintas páginas web especializadas también difundieron la información. Ya para mediodía del jueves, la cosa era vox-populi en el Facebook. A mí me cuesta creer que los grandes nombres del cine venezolano no se den por enterados de lo que pasa en su país. Creo que simplemente, se autoexcluyen por tratarse de un evento organizado por la Alcaldía de Libertador'.
MÁS ALLÁ DE LA FOTO
A pesar de la falta de comunicación y del divorcio que pareciera haber entre las instituciones del Estado y el gremio cinematográfico, los realizadores consideran positivas las visitas financiadas por entes públicos de personalidades del cine mundial. En los últimos años, Telesur y la Villa del Cine trajeron a Danny Glover, Sean Penn, Oliver Stone, Kevin Spacey y Tim Robbins.
La Alcaldía de Libertador invitó a Damián Bichir, Benicio del Toro y al ya mencionado Spike Lee.
'Todo intercambio entre creadores, independientemente de las posiciones políticas y de la polarización, siempre es fructífero y abre la percepción', comenta Azpúrua.
La misma opinión tienen los demás cineastas consultados, quienes consideran que los visitantes deberían ir más allá de la foto con las autoridades y el encuentro con los fans. En ese sentido, Spike Lee pasó la prueba, pues ha sido el único que se ha tomado la molestia de organizar una actividad educativa y gratuita.
Sin embargo, Straga y Zambrano piensan que la meta debería ser sentar las bases para hacer proyectos de cine conjuntos con esos visitantes (sin llegar a los extremos del caso Glover).
'Sería bueno que estos cineastas extranjeros trajeran propuestas para hacer coproducciones, dice Straga. 'El cine venezolano necesita aliados económicos'.
Zambrano comparte su posición, pero considera que son los propios cineastas quienes deben fomentar el intercambio. 'En ocasiones hemos propuesto hacer un encuentro de productores para darle salida a producciones venezolanas y lograr acuerdos de distribución, pero siempre falla la comunicación con las instituciones del Estado, que deberían apoyarnos. Todo se hace atropelladamente, uno no se entera y parece que lo que interesa promover son sólo visitas turísticas'. REGRESAR |
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