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Parezco un remache, comenta Nelson Belfort desde la cabina de radio de la sede de CNB (Circuito Nacional Belfort), mientras trata de aplanarse un poco la tupida cabellera negra para la foto. 'Con todo esto, ni he tenido tiempo de cortarme el pelo'. Desde su blackberry supo desde Washington la noticia sobre el inminente cierre de cinco de las 10 emisoras de su circuito. Ese otro 'viernes negro', en el que Diosdado Cabello anunciaba la estocada final para 34 estaciones de radio, Belfort había salido de Caracas en busca de su esposa e hijos, que estaban de viaje.
Desde entonces le ha tocado asumir un rol más visible en medios nacionales e internacionales, como presidente de la Cámara Nacional de Radio y dueño de CNB. 'Ya metimos en el TSJ una medida cautelar contra el cierre y una de amparo, que nos permita reestablecer la señal'.
De tal palo...
Nelson Belfort no recuerda cuándo fue la primera vez que pisó un estudio de radio. En su memoria guarda la imagen de haber estado en alguna transmisión con música en vivo desde la emisora de su abuelo materno (Antonio José Istúriz), en Radio Cultura. Probablemente fue antes de los cinco años, porque el piano donde recibió clases desde esa edad hasta los 11 años perteneció a esa estación antes de ser desechado con la llegada de las cintas pregrabadas.
Nació en 1965. Estudió ingeniería electrónica en la USB y administración de empresas en el Iesa.
Además de llevar el mismo nombre que su padre, le tocó seguir sus pasos como presidente de estaciones de radio y de la Cámara Venezolana de Radiodifusión.
Su entrada 'formal' a CNB es en 1999 y a él se debe la primera transmisión satelital de radio del país. A partir de 2002, Alberto Federico RavelllespropusoincluirenGlobovisiónelMagazineCNB,conducido por Leopoldo Castillo. 'Nos mandaronahacerunprogramadeseisa siete de la noche los domingos, cuando los otros canales tenían los cinesmillonarios.Nosdieronunespacio que tenía 0.2% de raiting y en seis domingos lo llevamos a 2.4%'.
J.J. Bartolomeo, director de relaciones institucionales de la emisora, cuenta que 'el crecimiento de la empresa desde su llegada fue realmente explosivo'.
La consultora jurídica, María Luisa Villalobos, comenta que sus trabajadores a veces quisieran que fuera más estricto. 'Cree mucho en la libre gerencia, y por eso nos ha parecido que le falta un poco de carácter, porque hay gente que necesita que los lleven'.
En su amplia oficina abundan las fotos familiares. Dice esconder discos en todas las gavetas, de todo tipo de música. Fue alpinista, jugador de volibol, católico practicante. Ahora no hace deportes y por su esposa, se cambió a la religión judía. La religión y la filosofía son sus temas preferidos de lectura. 'Nunca lo he visto fuera de sus casillas, comenta J.J.Bartolomeo.
Es muy cuidadoso de no herir a nadie. Él es un hombre demócrata, sin ninguna aspiración política.
Su política es la tecnología, lo que quiere es progreso'.
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