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La Ley Especial de Tierras Urbanas espera por el visto bueno de Hugo Chávez para ser promulgada. Los argumentos del Gobierno para aprobar el instrumento legal fueron 'atacar el lafitundio y promover la construcción de viviendas en terrenos que estén sin uso' dentro de las ciudades. Sin embargo, para los propietarios, abogados, urbanistas y constructores, la legislación pone al Estado como el principal terrateniente y transforma la ciudad en un gran latifundio.
Jorge Rodríguez, alcalde de Libertador, y Jacqueline Faría, jefa de gobierno del Distrito Capital, hablaron de una lista de terrenos en los que podría aplicarse la ley. Aún no han dicho dónde quedan ni cuáles son.
En todo caso, el texto legal establece que quien ejecuta la negociación de los espacios es el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda, es decir, es materia de Diosdado Cabello.
Dos de los lotes más grandes de terreno en la capital pertenecen al Estado: Fuerte Tiuna y La Carlota. También hay otros menores en las avenidas Bolívar y Lecuna.
Directivos de la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos (Apiur) dieron sus objeciones a la ley. Consideran que tiene violaciones al derecho de la propiedad por darle preferencia al Estado en la compra de cualquier tierra, además se elimina la declaración de utilidad pública que antes dictaban los órganos legislativos, previa aprobación de un presupuesto para indemnizar al dueño.
'El Gobierno paga y se da el vuelto. Vulnera los principios de precio justo en la expropiación. El valor de la tierra lo establece el Ejecutivo y la legislación contempla que las comunidades pueden ocupar el terreno antes de que se cancele. El procedimiento para tomar el espacio se demora poco más de un mes y se viola la Constitución', explicó Roberto Orta, de Apiur.
Para Francisco Neri, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, la ley viola la Constitución porque nadie podrá disponer de un terreno sin antes ofrecerlo al Estado. 'Ellos van a fijar el precio, el que les convenga. Esta ley debe interesar a todos', alertó.
Colide con otras leyes Zulma Bolívar, presidenta del Instituto Metropolitano de Urbanismo, llama a la revisión de las leyes que ya existen.
'Con la nueva ley se desconoce el ordenamiento vigente. Ya existe la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística, encargada de planificar las ciudades. ¿Por qué no hacemos cumplir los planes de desarrollo urbano local?
Para la urbanista, la legislación representa un ataque contra el patrimonio, pues podría dar paso a la expropiación de edificaciones con valor histórico y arquitectónico. '¿Qué destino le espera a los dueños de viviendas en el centro de La Pastora, muchas de ellas con más de 60 años? En Caracas no hay espacios en blanco, cada uno tiene su zonificación, pero no hemos sido capaces de respetar los usos y por eso hay plazas ocupadas por un mercado'.
Bolívar alerta que en la ley no se menciona a los municipios ni al Distrito Metropolitano, que tienen la potestad del control urbano pues son ellos los que a través de las ordenanzas rigen el uso de los terrenos y pueden establecer las variables urbanas.
Alberto Baumeister, abogado, ex magistrado y profesor universitario, considera grave que la ley deje en manos de la comunidad organizada la custodia o denuncia de tierras sin uso.
'Los consejos comunales no tienen la competencia ni la capacidad técnica para determinar el ordenamiento urbano'.
El abogado advierte que la legislación incrementará las invasiones y se crea un mecanismo perverso para burlar la ley de expropiación, pues los propietarios de tierra no tendrán la garantía de ser indemnizados. A su juicio también amenaza los espacios verdes de la ciudad.
Baumeister y Bolívar coinciden en que el Estado ha demostrado su incapacidad para construir viviendas, olvidando que el desarrollo de proyectos habitacionales debe ir de la mano de la habilitación de servicios públicos, fuentes de empleo, centros de salud y recreación.
Román Duque Corredor, presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, considera que ley usurpa la autonomía municipal y coloca al Estado como el único que construye. 'Es el gran terrateniente y la ciudad su latifundio', coincide Zulma Bolívar. REGRESAR |
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