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Con direcciones URL que han sustituido a las ondas hertzianas, un operador de radio que se volcó a la venta de pantalones, y una emisora cuyo cierre se confunde con una apagón eléctrico enfrentan el cierre las emisoras que fueron sancionadas por el director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Diosdado Cabello. A pocos días de cumplirse un mes desde que se dictó la orden, la instancia no parece dar señas de rectificar la medida y los dueños de cada dial recurren a los fondos económicos para sostenerse mientras apelan a la decisión del gobierno.
CNB TÁCHIRENSE
El circuito CNB, de la familia Belfort Yibirín, ha sido una de las más afectadas por habérsele ordenado el cierre de seis de sus concesiones; no obstante, es una de las pocas que ha seguido transmitiendo a través de su sitio Web, por lo que han logrado mantener gran parte de la nómina según manifestó el director de CNB Tachirense Edwin Ayola.
A su juicio, lo más difícil fue lograr que cada trabajador mantuviese su puesto mientras se recupera la señal; sin embargo, ha tenido que prescindir de varios, entre ellos de un operador que tenía problemas de columna y se apoyaba en el seguro de salud de la emisora; pero tras el cierre, ha tenido que devolverse a su antiguo trabajo en Ureña a vender pantalones.
A diferencia del resto de las emisoras cerradas, la 94.5 FM de Táchira es una de las pocas cuyos radioyentes no están totalmente enterados de su salid del aire. Por el hecho de cubrir zonas montañosas y los recurrentes cortes eléctricos de esta área, cuando dieron la orden de apagar las consolas, ya la emisora tenía cuatro horas sin luz y fuera del aire. 'Nuestros oyentes no escucharon nuestra despedida, porque cuando dieron la orden ya nosotros estábamos apagados. Todavía recibimos mensajes de texto de gente que nos pide temas y nos pregunta si todavía estamos sin luz' comentó Ayola.
Por otro lado, el director de la filial tachirense de CNB manifestó que ya no tiene clientes y no produce ganancias; no garantiza que pueda mantener al personal luego de este mes.
CNB FALCONIANA
La directora de la 96.1, Ángela Reyes, piensa que la orden dictada por el ministro Cabello fue una 'carta bajo la manga' que usó como cortina de humo en el momento que más les convino. La ejecutiva, al igual que CNB Tachirense, ha continuado transmitiendo a través de la Web, pero logró que todos los operadores siguieran trabajando con ellos en la emisión digital. 'A nosotros no nos botaron como perros a la calle, como decía por ahí alguien que estaba pescando en río revuelto, y decía que CNB no nos iba a pagar o que no teníamos prestaciones. Nuestros operadores siguen allí esperando a que se reinicien las actividades o bien que los liquiden', planteó Reyes.
A diferencia de Edwin Ayola, Reyes considera que el programa Aló Ciudadano no fue una causa para el cierre, puesto que confía en el principio de libertad de expresión de la democracia, y que por ello cada quien tiene la opción de sintonizar el programa que prefiera. Comenta que ha recibido apoyo de parte de los radioescuchas y de los clientes publicitarios que antes trabajaron con ellos. 'Hubo clientes que sacaron las cornetas en sus negocios y escuchaban la emisora a través de la Web. Por supuesto que esto también limita un poco, porque a veces se cae la señal. No es igual pero es parte del apoyo que recibimos de la gente' puntualizó.
RADIO BONITA
La 1520 AM, del estado Miranda es una de las que ha recibido más apoyo tanto de la comunidad como del resto del país. De acuerdo con su director, Alí Obelmejías, esta emisora penetraba en las clases populares tanto de la tercera edad como de los jóvenes. La Guapa, como también se le conoce, al no contar con los mismos recursos que CNB, no ha podido considerar a la Internet como alternativa al cierre, sin embargo, cumplió con los pagos de la nómina desde el 31 de julio, día del cierre, hasta el presente mes de agosto. Según Obelmejías, esto ha sido un incentivo para que el personal se mantenga motivado. 'Estamos en un plan a la defensiva, tratando de mantener el ánimo y las intenciones para que rectifique el gobierno estas medidas absurdas' Su noticiero de más de 30 años, era una gran referencia para los habitantes de la zona mirandina, puesto que es el único medio que reportaba las denuncias de la comunidad de manera que pudiese llegar a oídos de las autoridades. 'No sé cómo hará la gente, pero era el único noticiero radial de la zona, el noticiero 1520. La gente ya sólo se enterará a través de los periódicos, porque quedan las emisoras chavistas y esas no van a decir las cosas que están pasando, ni las quejas de la comunidad' apuntó Obelmejías.
El dictamen de cierre que dio el gobierno ha limitado la transmisión de gran parte de las emisoras del país, sobre todo cuando la gran mayoría no puede invertir en una transmisión a través de portales y mucho menos en mantener a un equipo de trabajo. Los locutores y los trabajadores de la radio siguen buscando alternativas para salir al aire antes de el Estado termine de cerrarlas. REGRESAR |
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