Estas semanas, sin duda, han sido sumamente movidas para los venezolanos: la promulgación arbitraria de leyes inconsultas, la criminalización de la protesta y el irrespeto constante a la disidencia han sido el pan nuestro de todos los días.
Sin embargo, las madres y padres de Venezuela no podemos dejar de preocuparnos por lo que pasará con la educación. Es un tema demasiado importante para dejarlo en manos de un gobierno.
La semana pasada hablamos de la falta de escuelas; hoy dedicaremos nuestras líneas a la comunidad educativa. Los maestros, personal obrero y administrativo y directores de escuelas, junto con madres, padres, representantes y alumnos, conformamos un espacio democrático y plural. Ese colectivo de personas necesariamente debe convivir con los colectivos externos que hacen vida en las comunidades e interrelacionarse de manera recíproca; eso es loable. La una se debe a la otra y deben contribuir, cada quien desde su espacio, en el proceso educativo y el desarrollo integral de la ciudadanía.
No obstante, un aditivo encontramos en el artículo 19 de la LOE, que nos plantea que el Estado 'estimula la participación comunitaria, incorporando tanto los colectivos internos de la escuela como a diversos actores comunitarios participantes activos de la gestión escolar en las instituciones, centros y planteles educativos en lo atinente a la formación, ejecución y control de gestión educativa'. ¡Cuán peligroso puede llegar a ser eso! Los consejos comunales están en el deber de fomentar iniciativas constructivas conducentes al mejoramiento de la calidad de vida de todos. Pero en la práctica sabemos que en muchos casos actúan con criterio politiquero y atienden a líneas partidistas. Esa especie de amasijo de competencias desvirtúa tanto la gestión de la comunidad educativa como la de los consejos comunales, que no fueron creados para cumplir esa tarea.
Respetamos y reivindicamos los consejos comunales como expresión de participación, pero hasta la puerta de la escuela; lo que pase de allí para dentro y que constituya parte del quehacer pedagógico, corresponde a la comunidad educativa gestionar, seguir y evaluar. Los esfuerzos deben ir dirigidos en ese sentido, fortalecer esa instancia de expresión ciudadana en vez de politizar las escuelas.
Armando Briquet REGRESAR |