Cuando la crisis de la economía financiera global era más que evidente, la respuesta fanfarrona del Gobierno fue anunciar la extinción del capitalismo y señalar la inmunidad de la 'revolución' ante el virus creciente y mortal de la recesión planetaria. El ministro Alí Rodríguez, durante la llamada cuarta república criticó el modelo rentista de la economía nacional y abogó por un esquema mucho más productivo. Sin embargo, los hechos reflejan, a diez años de Chávez, una dependencia casi absoluta del petróleo.
La balanza comercial con l Colombia y Brasil es desproporcionada; de cada 10 dólares en juego, 8 van para allá y apenas 2 vienen al país. La Venezuela próspera de los más de 300 Aló, Presidente, de desarrollos endógenos, es una estafa propia del socialismo de del siglo XXI. La viabilidad del modelo chavista rueda sobre los altos precios del petróleo.
Según el BCV, en el segundo trimestre del año la economía retrocedió en 2,4%. En conclusión, un país en la quiebra, inimaginable después de ingresos por encima de los 900 millardos de dólares. Al igual que en la llamada cuarta república, el petróleo dejado de sembrar alimenta otra frustración.
JOSÉ RAMÓN REGNAULT H. C. I. 10.218.048
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