Es evidente que la revolución más exitosa ha sido la que hizo Estados Unidos de América en 1776. Esta revolución moderna, que precedió a la Revolución Francesa, es la que ha promovido mayor bienestar social y prosperidad económica a mayor cantidad de personas, porque sus líderes crearon una Constitución que estableció una estructura política y económica descentralizada: dejó al gobierno central las funciones esenciales y descentralizó las demás en todos los estados de la nación, ofreciendo a los ciudadanos libertad y responsabilidad para organizar sus propios gobiernos y economías. El primer sistema de gobierno socialista elegido por el pueblo para beneficio del pueblo.
Estas excelentes leyes crearon un gran bienestar social que estimuló la creatividad y el trabajo y como resultado, gran prosperidad económica. Igualmente descentralizaron y controlaron el poder central al establecer los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, independientes, lo cual aumentó el bienestar y la motivación. Cuando el ser humano participa en las decisiones que determinan su vida política y económica, y está protegido por un sistema jurídico eficiente, se siente motivado para crear, trabajar, superarse y contribuir.
La mayor fuente de riqueza de un país es la creatividad y el trabajo de sus habitantes, y para promover esto lo mejor es un régimen político y económico descentralizado y estable. Un régimen que promueva dignidad y respeto a nosotros mismos, a los demás y al medio ambiente. Un régimen donde tengamos voz y voto, y estemos representados en las decisiones importantes. Un régimen económico basado en la creatividad y el trabajo de quienes viven en los diferentes estados que son los más conocedores e interesados en la prosperidad de su región.
Observando el mundo que nos rodea vemos que los países que han establecido regímenes descentralizados son los que han logrado mayor prosperidad y cultura, gracias al quehacer natural de sus ciudadanos y no de proyectos de país. Dentro de la imperfección humana la creación de este sistema de gobierno ha sido el mayor logro, porque ha ofrecido mayor bienestar a mayor cantidad de personas.
Lo mejor que pueden hacer líderes conscientes es establecer una Constitución clara y sencilla, y dejar que los individuos hagan lo demás. Evolucionando con libertad todos podemos lograr, cada cual según su naturaleza, el máximo bienestar. Este ha sido el gran éxito de Estados Unidos y de los países con estructuras políticas similares. Sin democracia y descentralización no puede haber bienestar, ni socialismo.
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