Todo el mundo habla de crisis, recesión, desaceleración y otros términos que se entremezclan en nuestras cabezas.
Al final no sabemos cual de todas es peor. Simplemente se trata de algo bastante malo que amenaza el empleo y bienestar. Vamos a intentar aclarar un poco los términos con los que nos estamos acostumbrando a convivir día a día.
Lo primero es conocer el concepto de PIB. Sabemos que habitualmente suele crecer. Por ejemplo, durante los últimos cinco años la tasa de crecimiento promedio del PIB del país fue superior a10%.
Pero parece haberse parado. ¿Recesión, desaceleración o crisis? Cuando hablamos de una desaceleración nos referimos a una reducción del ritmo de crecimiento. Entre 2004 al 2008 la economía creció a un ritmo menor (18,2%; 10,3%; 9,8%; 8,2% y 4,8%, respectivamente). No es el fin del mundo, simplemente el crecimiento se ha ralentizado.
En cambio hablar de recesión es hablar de palabras mayores. En principio una recesión sería una reducción del PIB. Es decir, la producción, la renta, la riqueza nacional, cae y perdemos poder adquisitivo. Técnicamente se considera que estamos en recesión cuando el PIB muestra dos trimestres de caídas consecutivas. Si en el tercer trimestre el resultado del PIB, en Venezuela, es negativo, estaríamos en recesión. Así que si en un trimestre hay una caída del PIB tampoco significa el fin del mundo, pero si una señal de alarma. Aunque las personas que probablemente hayan quedado sin empleo como consecuencia de este hecho probablemente no opinen lo mismo.
Una depresión económica entra en la categoría de desastre. Se trata de una caída del 10% del PIB en un año. No es habitual que suceda, pero en ocasiones pasa. En este caso la destrucción de empleo está casi asegurada, igual que el cierre de empresas. Se trata de uno de los peores casos posibles.
Por último hablemos de crisis.
Probablemente esta sea la que tiene una definición más difusa debido a que en medios de comunicación y en la política se utiliza para casi todo. La economía está en crisis, el gobierno está en crisis, crisis energética. En una crisis económica existen cambios que afectan negativamente a las variables económicas. El problema de definir esta palabra es que es muy difícil separar dónde llega la palabra crisis y dónde nos quedamos en problemas. En ocasiones se habla de crisis cuando se trata de sólo una desaceleración, mientras que en otras ocasiones se considera que sólo se está en crisis si tenemos una recesión bastante pronunciada. Yo definiría una crisis económica como una situación grave, no sólo para el presente, sino para el futuro de la economía. De esta situación es complicado salir y la recuperación es lenta y difícil.
REGRESAR |