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El físico Alberto Serra es de los que creen que el desarrollo viaja en tren. Por eso está empeñado, y ha aguardado con paciencia durante 30 años, en que algún Gobierno decida sumarse a la empresa de desarrollar un tren moderno. Éste parece que lo hará.
Serra sueña con que se produzca la materia prima que permitirá impulsar el tren electromagnético venezolano, Telmagv. El prototipo de esta propuesta se exhibió ayer en la planta baja de la torre ministerial, en la esquina de El Chorro, como se hizo en la Asamblea Nacional hace tres semanas.
"Si logramos construir ese tren habremos ganado la guerra. Seremos soberanos tecnológicamente", dice el profesor jubilado de la Universidad de los Andes.
Pero aún se ajustan detalles como el trazado que tendría el primer sistema, que conectaría Caracas con Vargas, y el costo.
"Sólo tenemos que lograr que la gente crea que se pude construir y obtener los recursos", señala el coronel Abdul Estrella, jefe del Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército.
El sistema logra desarrollar velocidades de hasta 600 kilómetros por hora, aunque en la muestra de ayer se movió parsimoniosamente con el impulso que le dio el brazo del coronel Estrella.
Estaría asentado en rieles elevados, no sobre la tierra. Este sistema evita que la vía se obstruya por deslizamientos, como sucedió con el viejo ferrocarril de La Guaira, que dejó de funcionar luego del deslave de 1951. El diseño de esta parte lleva la firma del ingeniero Rosendo Camargo, quien proyectó el reforzamiento que se hizo por 10 años al viejo viaducto 1 de la autopista al litoral.
El ministro de Ciencia y Tecnología, Héctor Navarro, se comprometió a buscar recursos para construir un prototipo en tamaño real. En dos meses, dijo, podría construirse el modelo, aunque el tren real podría estar listo en tres años.
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