En cada viaje el siniestro teniente coronel ofrece el oro y el moro. La mayoría de estas ofertas no podrán concretarse y otras son perjudiciales para los intereses de Venezuela. Refinerías por doquier, participación en la Faja Petrolífera del Orinoco, suministro de petróleo hasta el fin de los tiempos, gasolina, gas, maíz y arroz constituyen parte de su menú de ofertas a cambio de apoyo político y reconocimiento a su ego. En reciprocidad comercial casi siempre regresa con las manos vacías, salvo vagas promesas de inversión y fábricas de bicicletas, de tractores y de automóviles que están condenadas al fracaso.
A la fecha, don Regalón ha ofrecido construir 34 refinerías ubicadas en Nicaragua, Mauritania, Ecuador, Brasil, Cuba, etc. De las mismas solo la de Pernambuco en Brasil luce rentable, pero los brasileños se han percatado de la poca seriedad del pitcher zurdo y han iniciado solos la construcción. Por razones obvias de sometimiento filial, la única refinería en la que Pdvsa ha invertido es en la de Cuba. Mientras tanto, las ofertas de construir refinerías en Cabruta, Sabaneta y Caripito no se han concretado, lo cual es positivo ya que las mismas no se justifican.
La gran mayoría de las ofertas de participación en la Faja del Orinoco son perjudiciales para el país, ya que muchas de las empresas a las cuales el Comandante se abrió cual paraguas playero no cuentan con tecnología, ni con recursos financieros para acometer la producción; solo serán exitosas las del 'imperio mesmo' y las francesas y noruegas. En cuanto al suministro de petróleo todo quedará en cartas de intención, pues cada día producimos menos; además, transportar crudo a China, India, Kenya es más costoso que a Estados Unidos. Por otra parte, declarar que dentro de 150 años el mundo dependerá de nuestro petróleo y del de otros cuatro países es una soberana majadería, ya que los países desarrollados no van a sentarse a esperar que ocurra esta dependencia y en no más de 30 años habrán puesto en práctica el uso masivo de energías alternas.
Ofertar gasolina a Irán y gas, arroz y maíz a Siria es otra pazguatada, ya que actualmente importamos estos rubros para satisfacer la demanda nacional. Para que el régimen no diga que nos limitamos a criticar, sugerimos que ofrezca basura, que tenemos en abundancia, para que de la misma obtengan gas los sirios. En lugar de arroz podemos enviarles mamones, esperando que no lo tomen a mal y piensen que los confundimos con los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Bolivia, que están mamando desde hace tiempo de la teta venezolana. Como no tenemos maíz, recomendamos hacerles llegar yuca y aunque este rubro no forma parte de su cultura ya se las ingeniarán para darle algún uso. Desde luego el lenguatón también ha ofrecido al mundo exportarles la experiencia de su régimen en respeto a los derechos humanos, libertad de expresión, en la solución de los problemas de salud pública y asesorarlos en la construcción de Petrocasas. Asimismo, ofrece que venga la Comisión Interamericana de Derechos Humanos siempre y cuando cambien a sus miembros por representantes rojos de Evo, Daniel y Correa. Mientras tanto, Venezuela importó el año pasado 7.500 millones de dólares en alimentos, cuando en la década de los 90 solo importábamos 1.300 millones. Es decir, que lo que sí ofertamos exitosamente es nuestro poder adquisitivo, derivado de los ingresos petroleros, para beneficiar la agricultura de otros países.
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