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El Secretario General de Acción Democrática ha asumido en nombre del partido y de las fuerzas democráticas que hacen vida en la Mesa de la Unidad, el rol de develar ante el país el entramado de complicidades que existió, existe y está casi intacto, entre el funcionariado y ex funcionariado público y los mercenarios y filibusteros que en estos 11 años han asaltado las arcas de la República.
En efecto, una vez más en gesto de gran desparpajo el comandante, día a día, apela a sus ya gastadas cualidades de comunicador para tratar de desviar la mirada del país nacional hacia otros destinos distintos al bolifuncionariado, que como socios, cómplices, cooperador y facilitador hizo posible los desmanes de corrupción que comienzan a develarse y que a la fecha han cargado con un grupo de bancos, casas de bolsa, compañías de seguros y empresas de transporte y alimentos.
Está clarísimo para todos, menos para el comandante, que estos negocios mal habidos se han hecho con dineros públicos que han suministrado las dos grandes chequeras del país: la de Pdvsa y la de la Tesorería Nacional. ¿Cómo entonces comandante pretende usted dejar ilesos y sin sanción a los administradores de esas chequeras Rafael Ramírez y Alejandro Andrade?. No nos conformamos con la salida armónica, consensuada y de guantes de seda que usted pretende, como premio de consolación, ofrecer al país con la salida de Jesse Chacón.
Sólo con las irregularidades denunciadas en el manejo de la compra de alimentos por Pdvsa, cualquier gobierno medianamente serio habría destituido y enjuiciado al ministro Ramírez.
Ni hablar del escándalo con los bonos de Pdvsa manejados por un familiar muy directo del Ministro sin cuidar siquiera las formas o las apariencias para tratar de darle fachada de transparencia a estas operaciones mil millonarias en dólares.
Por si esto fuera poco y ante la indiferencia cómplice del comandante está el mega guiso del Seguro y Reaseguro de Pdvsa contratado con sobreprecio a través de una alcabala en Colombia, seleccionando empresas de las menos calificadas en el ranking internacional, sustituyendo a las anteriores que se ubican en los primeros lugares, pero que no se prestan para sobreprecios y comisiones.
¿Qué le falta hacer a Ramírez para que el comandante lo destituya y lo someta al escrutinio de la justicia? Otro caso de bolifuncionario de igual magnitud y gravedad es el asumido o protagonizado por el titular de la Tesorería Nacional, Alejandro Andrade. Buena parte de los dineros públicos depositados en los bancos intervenidos llegaron allí desde las arcas del Estado por la acción directa y diligente de Alejandro Andrade. Lo que no ha dicho el comandante es que la mayor parte de esos dineros públicos están hoy irreparablemente perdidos. No nos engañe comandante limitando sus cadenas a anunciarnos que sólo dispusieron los boliburgueses de los activos de los ahorristas.
Nunca nos ha dicho, ha sido en eso muy cuidadoso, que la suma multimillonaria perdida e irrecuperable ha salido del Tesoro Público.
Hoy el vocero es Henry Ramos, nuestro secretario general, corriendo todos los riesgos, pero al igual que ayer la dirigencia y las bases del partido estamos cerrando filas para cumplir la misión histórica de revelarle al país, de descubrirle, la corrupción profunda que emerge de los más altos niveles de su Gobierno.
¡Qué lejos está usted comandante -y el bolifuncionariado que lo acompaña en reciclaje permanente, reproductor de la boliburguesía trepadora, formada a la sombra de su 'revolución bonita'-, de ostentar el calificativo de bolivariano.
Para ser bolivariano comandante, revisando la historia, cabría repetir invocando el ejemplo del prócer Rafael Urdaneta: 'No tengo más riqueza que la honra'. REGRESAR |
| Fecha publicada: 14/12/2009
Fuente: Últimas Noticias
Tema: politica
Tags: Corrupción en Venezuela
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