Para muchos el ser pelotero resulta un oficio fácil, bien remunerado, que requiere de ciertas destrezas para brillar con el madero o con el guante, pero en el que muchas veces se deben realizar ciertos sacrificios. Uno de ellos estar lejos de sus seres queridos.
Es por ello, que cuando se acercan épocas como la Navidad o las festividades de Fin de Año, la mayoría de estos atletas añoran con ansías el poder compartir a plenitud con sus familiares la tradicional cena de Noche Buena, el intercambio de regalos y el calor de hogar, en el que los deseos de paz, amor y hermandad sustituyen a aquellas cartas a San Nicolás o al Niño Jesús, en las que los juguetes acaparaban la atención en su niñez.
Y es que precisamente con la llegada del Niño Dios la madrugada del 25 de diciembre, muchos de los beisbolistas dejan de lado del estrés de las jugadas de fildeo, pitcheo o bateo, para ayudar a cocinar y amarrar las hallacas, limpiar las hojas, celebrar y compartir los presentes con los suyos, y ¿por qué no?, volver a recordar aquellos momentos de su infancia, en los que luego de irse a la cama temprano, se levantaban luego de la media noche a destapar los regalos.
"El mejor regalo de Navidad que recibí de niño, fueron tres pelotas de beisbol. Siempre he tenido esa pasión", confesó el manager de los Leones del Caracas, Dave Hudgens. Asimismo, el grandeliga de los Nacionales de Washington, Alberto González, precisó que la época decembrina es una oportunidad única para estar con la familia. "Nosotros siempre nos reunimos y hacemos las hallacas y salimos de viaje al interior del país para reunirnos todos. Siempre buscamos divertirnos y pasarla bien".
Una de las anécdotas más jocosas para el lanzador de los Leones del Caracas, Armando Galarraga, se produjo en vísperas de Navidad. "Me acuerdo que estaba redactando la carta al Niño Dios y me extendí pidiendo regalos y cuando mi papá la leyó, me dijo que tenía que reducirla porque sólo me traerían un par de juguetes", precisó entre risas.
Pese a los grandes esfuerzos de desligarse un momento del trabajo, muchos peloteros no pueden dejar de lado meter entre sus deseos de Navidad y Año Nuevo la parte profesional.
"Esta es el tiempo de más trabajo y presión para nosotros, por que por lo general siempre estamos dando lo mejor de sí para avanzar a la siguiente ronda del torneo, por eso es difícil desligarse", argumentó el estratega de los Tiburones de La Guaira, Carlos Subero.
Navidades no tan alegres
Muchas veces estas festividades no son celebradas a plenitud por algunos de los beisbolistas, ya que durante años previos han experimentado situaciones o vivencias que traen consigo nostalgias o recuerdos, que especialmente en Navidad no quisieran traer nuevamente a colación.
Tal es el caso del ex grandeliga Orlando "El Duque" Hernández, actual pitcher de los Bravos de Margarita, quien confesó no festejar la Noche Buena, dado su origen cubano, sin embargo disfruta de los fuegos artificiales y de la celebración de Fin de Año.
Del mismo modo el jardinero Gregor Blanco, a pesar que festejar con sus seres queridos estas fechas, no deja de recordar melancolía la última Navidad que celebró con su madre.
Y es que a pesar de los aciertos y vicisitudes que muchos de ellos les ha tocado vivir, siempre buscarán reflexionar y girar positivamente las situaciones para poder decir en una fecha como esta, ¡Feliz Navidad!. REGRESAR |