Global y por eso, fuera de órbita, en el país Santa es sustituido por Don Regalón
Que no ríe jo jo jo sino que habla de jujú. Que va de rojo y lleva botas pero anda más en ascuas que en pascuas. Que no sólo se afana en diciembre sino todo el año, porque lo suyo es un interés. Tascón, quién más, la lista bajo su control, dio el parte de los regalos que saldrán de Miraflores de su parte.
Don Regalón, que le ha dado a Cuba miles de casas, 250 mil millones de bolívares a la fecha por conceptos varios, petróleo para que lo revenda, colocación de servicio eléctrico y, de ñapa, lo suficiente como para que pague su deuda, ahora le obsequiará a Castro su cerecita, un blackberry full equipo. De pin. Agradecido, el patriarca desde su lecho le donará la paloma embalsamada que se le paró una vez.
Don regalón le dará a Ecuador, ya cebado con la mandadera de biyuyos y de laticas de atún con la foto de la verruga en la etiqueta, un molde tamaño natural del tiranosaurio cubano para que haga juego con el ecosistema retro de las islas Galápagos. Correa, eslabón medio perdido entre los revolucionarios extintos y los del siglo XXI, graba un disco con Bucaram en honor a la figura de cera con el título de No lo quito (pero la imprenta se equivoca y queda No, loquito)
Don Regalón, que le ha enviado a Bolivia helicópteros, barcos y hasta ha desempolvado la promesa de acercarles el mar –el adequismo es un componente de la nacionalidad y sus siglas ADN-, le ofrece para profundizar las relaciones bilaterales la creación de un puente comercial cojonudo con las siglas de ambos: Hu.Evo. Morales le sale con un poncho.
Don Regalón, que ayudó al gobierno argentino a cancelar mil millones de dólares de deuda externa, le ha regalado petróleo y, como guinda, le envió cuando menos una maleta llena de verdes –800 mil sólo en esa- le ofrece un ramo de hojas de coca moralista a la señora K. Recibe Maradona, en nombre de la nación, que calla y evita pelón.
Don Regalón, que de las arcas del BCV le dio al grupo de música Puerto Rican Salsa and Bembe una ayudita de cien mil dólares para que no hicieran pucheros y se quedaran sin ir al festival de música Chicago y, porque sí, a la isla del edén, pues 250.000 barriles de petróleo con descuento, les ofrece ahora a los boricuas el cuento de la felicidad del mesmo mar, versión reagatton. Mar que en tus orillas meo, mar de la felicidad que veo, dejemos el guajeo, soy feo, muy feo y un día volveré a ser un reo. Agradecidos, prometen hacer un referendo para cambiarse el nombre por el de Puerto Pobre.
Don Regalón, que a través de Citgo, financió un estudio para la limpieza del Río Hudson que costó 100.000 dólares; que vía Citgo distribuyó 20 millones de galones de combustible para calefacción en las barriadas del Bronx; y que personalmente entregó al presidente Obama Las venas abiertas de América Latina, le empaca de vuelta el rock, las series televisuales, los gestos importados, los vocablos –pana, macundales, upa, guachimán, fino- con la rabia del caso. Obama, Nobel en mano, le da lo mismo.
Don Regalón, que le ha ofrecido a Daniel Ortega dinero a manos llenas, apoyo logístico y un discreto silencio sobre el asunto de abuso sexual que lo indicia desde hace mucho tiempo –siempre se ha negado a comparecer- y victimiza a Zoila América, el nombre del territorio ocupado, vale decir, la hijastra, le regala el nuevo santoral socialista, encabezado por San Dino. Agradecido por tanto, Ortega promete darle lecciones a Acosta Carles sobre cómo tratar a las mujeres, de manera que con esa carnada vuelva al redil revolucionario. REGRESAR |
