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La economía de Venezuela se contrajo este año un 2,9 por ciento tras un lustro continuo de crecimiento, al tiempo que la inflación despidió el año pasado en un 25,1 por ciento, una de las mayores del mundo.
El Gobierno fijó en el presupuesto su expectativa de aumento de precios para el 2010 entre el 20-22 por ciento, pero el ministro de Finanzas dijo el viernes en la televisión oficial que la devaluación añadía presión a la cifra.
Interrogado sobre cuál sería el impacto porcentual de la medida en la inflación, el ministro Alí Rodríguez dijo “tres a cinco”, sin detallar un nuevo estimado para el indicador.
Algunos analistas consultados por la agencia Reuters dijeron esta noche que la devaluación anunciada por el Gobierno es una muestra de las erradas prácticas económicas del “gobierno revolucionario” que está por cumplir 11 años.
“La devaluación era necesaria como una medida extrema, pero la verdad es que si se hubiese tomado hace cuatro años atrás, cuando comenzó la bonanza petrolera (…) si hubiésemos hecho las inversiones que eran necesarias hoy quizás no era necesaria”, dijo el economista Gustavo Rojas en entrevista con el canal de noticias privado Globovisión.
Para otros, la inflación será el efecto más inmediato, poniendo más leña a los ya inflamados precios en el país.
“En el corto plazo, Chávez tendrá más bolívares para gastar pero la inflación subirá por esto“, dijo Camilo Pérez, jefe de economistas del Banco de Bogotá en Colombia.
Chávez también dijo que el Banco Central de Venezuela y el Gobierno intervendrán en el mercado “paralelo” de divisas en donde la tasa cambiaria ha trepado en ocasiones a 7 bolívares por dólar, lo que ha atizado el alza de los precios. No obstante, no dio detalles sobre la estrategia.
La última vez que Venezuela decretó una devaluación de la moneda fue en el 2005, de un 11 por ciento, cuando el tipo de cambio pasó a 2.150 bolívares (hoy 2,15 bolívares/dólar tras una reconversión monetaria).
Gremios y analistas habían sugerido el establecimiento de un sistema cambiario “dual” que permitiera a la vez hacer más fluida la entrega de dólares a la economía.
El país, uno de los principales abastecedores de petróleo a Estados Unidos, importa más del 90 por ciento de los bienes que consume. REGRESAR |
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