Todo estaba listo para la firma del contrato mediante el cual Venezuela adquiriría 49% de la refinería de Santo Domingo, República Dominicana, a un costo de 131,5 millones de dólares. Desde octubre la operación había sido cerrada, pero no se concretó por los sucesos de Honduras en los cuales fue depuesto Mel Zelaya. Nada más faltaba la firmita y la presencia del supremo hacedor proclamando el nuevo triunfo de la chequera que camina. Pero hete aquí que bastó que el mandatario dominicano Leonel Fernández y el presidente electo Porfirio Lobo firmaran sorpresivamente el 'Acuerdo para la Reconciliación y Unidad Nacional de Honduras', con el cual Zelaya pudo salir de su encierro en la embajada brasilera, para que justo al día siguiente el presidente de Pdvsa anunciara: 'No la vamos a comprar. No nos conviene. No vamos a participar'. Y es muy elocuente que el héroe máximo todavía no se haya referido al caso. Bueno, ¿y qué es lo que se creían en Quisqueya, que el jefe no tiene hígado...? REGRESAR |