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Las comunidades deberán invertir para poder controlar su consumo
El sistema con el que se multa a los consumidores de agua y energía es injusto con los vecinos. Muchos se convertirán, sin querer, en infractores.
Y es que la medida que regula el consumo de electricidad no toma en cuenta el número de habitantes de cada vivienda: son 500 kilovatios igual para un soltero o una familia grande.
En el caso del agua, el mayor problema se presenta para quienes habitan en condominios, que tendrán que pagar por el derroche o desperfectos en las tuberías de sus vecinos: la facturación se realiza por edificio y no por familia, pues en la mayoría de las viviendas no hay medidores, están dañados o no tienen quien los lea.
Es el caso de Ada Camacho, vecina de La Urbina. Todos los apartamentos de su edificio tienen un medidor afuera, de adorno, cuenta ella, porque ninguno funciona desde hace años. Piensa en una vecina que lava cuatro veces a la semana u otra que limpia el carro con manguera: "Todos tendremos que pagar por eso", lamentó.
Esta semana se reunirán para llegar a un acuerdo. Entre las opciones está arreglar los medidores e intensificar la campaña de ahorro entre los vecinos.
Malene Ramírez, residente en Candelaria, descarta lo último. "Cada quien hace lo que quiere detrás de las puertas de su apartamento, lamentablemente no todos tienen la cultura del ahorro", aseguró. En su edificio también tienen medidores particulares, pero los funcionarios de Hidrocapital, que leen el común, les cobran más por revisar el resto, así que les resulta imposible llevar cuentas individuales.
Para Gladys de Tarazona, vecina de Palo Verde, es fácil medir el agua que consume porque vive en una casa y la factura sólo refleja el gasto de su familia, pero con el racionamiento (dictado desde el 2 de noviembre) tuvo que instalar un sistema eléctrico de bombeo de agua, que casi duplicó su uso de energía. "Somos sólo cuatro. Yo apago luces y equipos por aquí y por allá y ahora siempre estoy sobre el límite de kilovatios", cuenta.
El ingeniero eléctrico y ex asesor de Edelca José Manuel Aller aseguró que las medidas en el tema eléctrico castigarán a la mayoría de los ciudadanos, pues se dictaron "impulsivamente" y sin explicaciones claras sobre cómo ahorrar.
El experto recomendó a las comunidades informarse sobre cuáles son los equipos más eficientes en cuanto a consumo de energía y promover jornadas explicativas para enfrentar el silencio del Gobierno. La comunidad de Altamira ya lo contactó y este martes él les dará una charla para evitar multas.
El director de la Escuela de Ciudadanos, Elías Santana, coincide: "Está claro que estamos en una crisis de servicios. Ya sabemos quienes son los responsables, lo que queda es organizarse. Hay que poner a funcionar los medidores, cambiar los equipos eléctricos por gas y ser más responsables en el uso de los recursos". Recomendó además a las comunidades solicitar al Ejecutivo la revisión del límite de kilovatios para "ajustarlo más a la realidad".
La lista de vecinos con quejas parece no terminar. Luis Cira, residente de Los Rosales, contó que lleva meses suplicando a la Electricidad de Caracas que le instale un medidor en el anexo en el que vive, sin obtener respuestas. Él vive solo con su esposa, pero sus vecinos son cinco: "La cuenta llega en BsF 600 y yo tengo que pagar 300. No es justo. En las invasiones se pegan a un poste y ya a mí me ponen trabas". La empresa eléctrica le exige a Cira un muro y decenas de trámites para obtener el equipo.
El sistema de multas también desconoce a los más de 319 mil ranchos que se roban de 400 a 500 kilovatios de luz al mes (14% de lo que usa la capital), según cifras del Instituto de Energía de la USB. Mientras, en los barrios aseguran que sus intentos por legalizar las tomas han sido infructuosos. REGRESAR |
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