La vida apacible que llevaban Ana Carlota y Tony Quintero fue perturbada por la ocupación ilegal de un terreno de 3,6 hectáreas de su propiedad aledaño a la casa que habitan desde hace 15 años en Caruao, estado Vargas. Hasta nuevo aviso, se les suspendió el derecho de despertar rodeados de árboles, lagartijas y el canto de los pájaros. Los padres de la periodista Valentina Quintero y de la historiadora Inés Quintero, ella de 78 años de edad y él de 85 años, solían caminar hasta las aguas termales que están ubicadas a 300 metros del lugar donde residen. Muchas veces los acompañaba un pastor alemán llamado Boche; llevaban totumas y sillas para hacer el baño más placentero. En la casa campestre no hay televisión y tampoco lujos. Se accede por la carretera nacional La Costa, entre Caruao y Chuspa. Un letrero anuncia la llegada a La Guachafita. Primero hay que superar un pedazo de camino abrupto, pero después la vía se hace amigable. Enseguida, un terraplén desolado, lleno de negros, grises y marrones, sustituyó lo que antes era verde y más verde, y un letrero medio puesto que dice: 'Este terreno ha sido tomado por el Consejo Comunal'. Ahí no hay nada desde el domingo 6 de marzo, cuando miembros de 60 familias de la zona decidieron adueñarse del espacio para desarrollar un proyecto de viviendas. Sólo quedaron palos amontonados, muchas cenizas y árboles muertos. Pero ellos, los ocupantes ilegales, aclaran que ahí lo que había era monte. Después, sigue una reja y se llega a la casa, rodeada de flores, árboles frutales y grama, intactos. Por eso los ocupantes dicen que el área que invadieron no es propiedad de los Quintero, porque no está enrejada; sin embargo, la familia afectada asegura que los documentos de propiedad de los terrenos certifican lo contrario. La pareja Quintero insiste en ingresar a La Guachafita. Tenemos la esperanza de que todo esto se supere, que encuentren una mejor alternativa para esas personas necesitadas de vivienda y nos permitan recuperar los espacios que talaron y quemaron. Yo no los juzgo por lo que hicieron. Pienso que están desesperados por hallar un lugar seguro donde vivir y, además, no entienden la naturaleza como nosotros', dice Ana Carlota de Quintero. José Echarry, vocero del Consejo Comunal de Caruao, dice que la invasión no soluciona el problema de falta de viviendas que padecen. Aunque sabe que existe la necesidad, no aprueba que se ocupen espacios que pertenecen a otros. 'Estoy dispuesto a luchar por mi comunidad, pero no sobre la base de la ilegalidad. Y si por eso me van a sacar del consejo comunal, lo asumo, pero no me voy a prestar para sinvergüenzuras', dijo. Marbelys Rada, representante que nunca han denigrado de sus vecinos, siempre los han considerado gente buena y colaboradora. Por eso se sorprendieron cuando uno de los invasores les dijo que tomaría acciones en su contra si la Guardia Nacional no liberaba a un compañero que habían detenido. 'Los violentos no son la mayoría, pero es verdad que un hombre nos amenazó, y por eso nos fuimos de la casa', insistió Ana de Quintero. En la batalla Los 'tomistas', como se hacen llamar, son vecinos que necesitan un terreno para construir viviendas. No están en el lugar de manera permanente, sino que por las tardes van con herramientas a 'limpiar la zona'. No han improvisado ningún tarantín, no duermen allí, no han puesto carpas, nada. Sólo quitaron lo que les estorbaba, en aproximadamente una hectárea, para dejarlo plano. Un vocero de los invasores, asegura que el terreno no era utilizado por los Quintero y, además, duda que les pertenezca. Advierte que no se irán del lugar porque tienen derecho a una vivienda, aunque no es su caso porque ella tiene casa y negocio propio, pero habla por su comunidad: 'Hemos defendido y defenderemos la integridad física y el derecho que tienen de estar en su casa los señores Quintero. Si quieren volver, son bienvenidos. Pero a su hija Valentina y a su nieta Arianna las consideramos personas no gratas, por todo lo malo que han dicho en los medios'. Mayglés Ugueto y Victoria Echarry, que apoyan la acción, advierten que en el pueblo no hay terrenos planos para construir viviendas y deben aprovechar los que existen. Por eso, aseguran que habrá más ocupaciones. 'Que se preparen los imperialistas, porque vamos a adueñarnos de lo que nos pertenece. Caruao despertó'. REGRESAR |