El primer ministro ruso, Vladimir Putin, llegó a Caracas el viernes para reunirse con el presidente Hugo Chávez, principal crítico de Estados Unidos en la región, y formalizar un proyecto de 20.000 millones de dólares para extraer crudo pesado en la Faja del Orinoco.
Putin, que llegó la madrugada del viernes a Caracas, cumplirá en el Palacio de Miraflores la parte más importante de su viaje, que durante la mañana incluyó la visita a un buque escuela ruso y la entrega de una ofrenda floral en el Panteón Nacional ante la tumba del Libertador Simón Bolívar.
Tras discutir temas de energía, defensa, agricultura y finanzas con Chávez, Putin se reunirá más tarde con el mandatario boliviano, Evo Morales, otro fiero detractor de lo que llaman el “imperialismo” estadounidense en la región.
Un consorcio de firmas rusas tendrá el 40 por ciento de una empresa mixta con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para explotar el campo Junín 6, cuya producción potencial es de 450.000 barriles por día (bpd).
La rápida visita de Putin, de unas 12 horas, supone un espaldarazo para Chávez, quien enfrenta una creciente presión doméstica e internacional por las más recientes medidas contra sus opositores, en medio de una fuerte crisis eléctrica que amenaza con hundir aún más la economía.
Chávez dijo que Moscú y Caracas fortalecerán sus lazos de seguridad para “continuar aumentando la capacidad de defensa de Venezuela” y avanzarán en la cooperación en energía nuclear.
“No vamos a hacer la bomba atómica, pero sí vamos a desarrollar energía atómica nuclear con fines pacíficos. Tenemos que prepararnos para la era postpetrolera”, dijo Chávez en un consejo de ministros el jueves en la noche.
El mandatario latinoamericano busca ayuda de Rusia e Irán para desarrollar energía nuclear, cuando enfrenta una severa crisis eléctrica que amenaza con apagar los bombillos del país socio de la OPEP mientras mina su popularidad meses antes de unas cruciales elecciones legislativas.
De hecho, Rusia prestó un avión anfibio Beriev para ayudar a extinguir un incendio que devora desde hace días el reseco parque nacional El Avila, una cadena montañosa que separa a Caracas del Mar Caribe.
Desde el 2005, Venezuela ha gastado más de 4.000 millones de dólares en aviones de combate Sukhoi, helicópteros M1-17 y rifles de asalto Kalashnikov rusos.
En su octava visita a Moscú realizada en septiembre, Chávez logró un crédito por 2.000 millones de dólares para comprar más armamento ruso, incluyendo tanques S-300 y un avanzado sistema de defensa con misiles antiaéreos.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, expresó preocupación el año pasado por las ventas de armas rusas a Venezuela debido a que podría desencadenar una carrera armamentista en la región.
Sin embargo, Chávez dice que su “revolución socialista” necesita armarse para enfrentar la amenaza del “imperio yanqui”, al que acusa de planear invadir el rico país petrolero a través de la vecina Colombia, el más cercano aliado de Washington en la región, para controlar sus reservas de crudo.
Estados Unidos impuso en 2006 un embargo contra Venezuela para la venta de equipos o repuestos militares, temiendo que puedan caer en manos de grupos considerados terroristas, como las guerrillas colombianas de las FARC, lo que también es visto con preocupación por Bogotá. REGRESAR |