Casi dos décadas después, las cornetas de los Lada anuncian su tercera llegada a Venezuela. En esta oportunidad, empujada por un convenio recientemente suscrito entre Moscú y Caracas, que traerá una flota de 5.000 carros de la principal fábrica automotriz de la nación euroasiática.
Al igual que a principio de los noventa, vuelven con la promesa de su bajo precio: menos de Bs.F. 50.000. Pero también con las dudas sobre su verdadero aporte a la economía nacional.
El que fuera uno de los emblemas dilectos del comunismo soviético arribó por primera vez a Venezuela en plena época de apertura económica, propiciada por la fórmula neoliberal del segundo mandato de Carlos Andrés Pérez.
El primer lote de carros Lada que rodó en Venezuela respondió a los cambios de las políticas del Ministerio de Fomento, cuando era titular Imelda Cisneros.
Mediante resolución emitida por los ministerios de Fomento y de Hacienda, fueron levantadas las restricciones para importar sólo vehículos que fueran similares a los fabricados en el país.
Así, comenzaron a proliferar en las calles del país marcas de carros importadas y entraron a competir con los ensamblados por la industria nacional, protegida hasta ese momento, describe William Paz Castillo, ex director de industria automotriz del ministerio durante la gestión de CAP.
Una compañía panameña que representaba a Lada en toda América Latina fue la encargada de dar a conocer los emblemáticos carros rusos en Venezuela. Con una oficina matriz ubicada en Santa Mónica de Caracas, la empresa abrió 20 concesionarios en diferentes ciudades del país y otorgó la autorización para operar a varios talleres especializados y ventas de repuestos.
Una salida rusa
Eran los años del derrumbe del bloque soviético y el gigante automotor intentaba salir a flote de la crisis que produjo el descalabro del sistema comunista, colocando unidades en otros mercados como el latinoamericano, ante la golpeada economía rusa.
Con una atractiva oferta de precios (entre 250.000 y 500.000 bolívares aproximadamente, es decir, la mitad del más barato de entonces) fueron colocados seis modelos en el mercado venezolano (Lada 21053, 2106, 2107, la ranchera Matriuska, Samara y Niva), de los cuales se vendieron unas 20.000 unidades el primer año.
Así lo recuerda Roberto Eliaschev, presidente de Eliaschev Publicidad, que manejó la campaña de lanzamiento apelando al humor para posicionarlo como carro popular.
Por su bajo costo y gracias a una publicidad efectiva con el slogan de 'la invasión de los rusos', este carro 'feo pero barato' se convirtió rápidamente en el transporte particular de estudiantes y profesionales emergentes, aunque también de oficiales adscritos al Ipsfa (Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas), comenta Paz Castillo, refrescando las disputas que se generaban entre los interesados en lista de espera.
La ausencia de lujos en estos sincrónicos justificaba para muchos su bajo costo: vidrios manuales, sin aire acondicionado ni equipo de sonido, motor ruidoso, dirección mecánica, diseño anticuado, asientos duros y colores limitados.
Pero las ínfulas del pequeño ruso comenzaron a desinflarse en cuestión de dos años. Los motores de baja cilindrada (1.6) empezaron a perder fuerza y a 'pasar aceite' y, por ende, falló todo el sistema de estos coches de básico diseño, de acuerdo con la consulta entre varios mecánicos por cuyos talleres pasaron algunos Ladas. Se calcula que entre los 60.000 y 70.000 kilómetros ya comenzaban a presentar problemas.
Sin mencionar que los distribuidores de repuestos suspendieron la importación, 'violando la ley que obliga a garantizar 10 años de piezas por todo vehículo que sea comercializado en el país', destaca Paz Castillo.
Aunque estaba en proyecto, nunca fue instalada una ensambladora de Lada que mantuviera la red de producción . 'Fue claramente un negocio que no benefició al país ni a la larga a los consumidores, sólo a los vendedores, que se fueron pronto', describe Omar Bautista, quien entonces fungía como director técnico de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa).
'La importación de estos carros baratos y de baja calidad perjudicó sin duda al mercado local. Entraron a competir con las ensambladoras nacionales, mermando la industria', afirma.
Cual piezas de museo rodantes, aún se ven en las calles venezolanas uno que otro Lada de 1991 o 1992. Mejor suerte han corrido los modelo Niva, los clásico 4x4 de la marca, que en Venezuela cuentan incluso con un club de 'niveros' con sitio en internet, que rinden culto a la todoterreno rusa.
Después de cerrar sus oficinas, Lada volvió a aparecer en 2002, como sucursal de la empresa Aymesa Venezolana, con sede principal y ensambladora en Ecuador. Su oficina principal estaba en La Florida.
Los modelos, de líneas y tecnología más modernas, ya eran muy distintos a los carros de austero diseño de los años 60 que solían aparecer en las películas sobre la Guerra Fría. Pero igual se declaró en quiebra en 2007.
Quizás el único taller autorizado que sobrevivió a la desaparición de Lada en Venezuela sea 'Servicio Mecánico Franco', que atiende a los carros sobrevivientes desde 1991 en El Valle-Coche. Su propietario, Franco Campione, con experiencia de dos décadas en la marca, defiende la resistencia de estos carros. Vende 80% de los repuestos existentes en el país (que compró en 2007 a Aymesa, cuando cerró) y conserva una Niva del 91 en perfectas condiciones, que le costó 527.000 bolívares.
De Siberia al Caribe
Semejante al ánimo de los nacionalsocialistas alemanes con su 'carro del pueblo' (Volkswagen), la compañía Lada fue creada en los 60 por el régimen soviético para fabricar un carro popular que fuese accesible a toda la población. Como no contaban con tecnología propia, la Unión Soviética se alió con la Fiat para desarrollar los primeros modelos.
La camioneta Niva, la de mayor prestigio internacional de la marca, fue diseñada especialmente para resistir la dureza del campo y las estepas siberianas.
Quizás en este factor se encuentre uno de sus problemas de adaptación al trópico. Una de las fallas constantes era el recalentamiento del termostato.
Entre los antiguos propietarios de los Lada se perciben sentimientos encontrados. Algunos reivindican su fidelidad, mientras otros no dudan en afirmar que son 'los peores carros diseñados por el hombre'.
Por algo es que entre algunos mecánicos se cuela la broma: 'si tienes un Lada, no tienes nada'.
Con proyecto de instalar una planta de ensamblaje, la marca rusa vuelve al país mediante convenios estatales y a sumarse a un congestionado parque automotor de 4 millones de carros.
Lisseth Boon Bartolozzi
Los Lada costaban entre Bs. 250 y 500 mil, la mitad del carro más barato de la época
Llegaron en la apertura de los noventa, en plena aplicación de fórmulas neoliberales de CAP II
Se calcula que entre los 60 y 70 mil kilómetros comenzaban a presentar problemas
Un factor de éxito fue la campaña de lanzamiento con el slogan 'los rusos nos invaden'
El primer año que llegaron los seis modelos al país se vendieron 20.000 unidades
'El negocio del Lada no benefició al consumidor ni al país, sólo al vendedor'
La importación de repuestos quedó interrumpida, al mismo tiempo que las ventas
'La importación de estos carros baratos y de baja calidad perjudicó, sin duda, al mercado local'
Las camionetas Niva gozan de mayor consideración. Existe un club venezolano de 'niveros'
Crisis al volante
Cien mil empleados de la compañía Avtovaz, que fabrica Lada, fueron despedidos recientemente. La producción bajó de 700.000 unidades a 130.000 en el último año. La empresa está ubicada en la ciudad industrial de Togliatti, en la región del Volta central de Rusia. Para enfrentar la crisis mundial y la competencia internacional, desde el 2009 se asoció a la francesa Renault para formar parte de la tercera compañía multinacional: el grupo Renault-Nissan-Lada.
Historia que rueda
1966
Nace la fabrica de automóviles AvtoVAZ, fabricante de Lada
1991
Empieza a comercializarse por primera vez Lada en Venezuela. Costaba en promedio $ 5.000 de la época.
2009
Rusia anuncia proyecto de instalar planta de ensamblaje en Venezuela junto a Corpivensa para el 2010
2010
Chávez y Putin anuncian convenio para importar 5.000 vehículos Lada a Venezuela
Entre
18.000
30.000
BsF. se venden Ladas (1991 y 92), en micarro.com REGRESAR |
