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'Resistencia y tesón' es el lema que mantiene la directiva de la Asociación Civil Unamos al Mundo, cuyo principal programa social es La Colmena de la Vida, para sobrevivir en esta época de crisis ya que ha mermado en más de 60% los aportes de las empresas privadas por donación.
Esta fundación, que nació en 2001, tiene como objetivo 'brindar atención integral a los niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo, cuyo estado de exclusión se entiende como la vulneración de sus derechos humanos y ciudadanos'.
Milagros Blanco, gerente general del centro, afirma: 'Sí se puede. Es que la situación económica de las empresas privadas, principales contribuyentes de los programas sociales, nos han obligado a buscar alternativas para continuar con los programas'.
Afirmó que se han formado grupos voluntarios a través de las redes sociales Facebook y Twitter, que contribuyen semanalmente con La Colmena llevando alimentos.
Recuerda que desde 2008 no se realiza el evento Telecorazón porque de las donaciones prometidas durante el evento solo recibieron 30%.
'Quedamos con deudas que aún no hemos podido saldar. Sabemos que la situación económica de las empresas no es buena, pero gracias a que nuestra organización no tiene color político, y goza de solidez y credibilidad hemos logrado sobrevivir y hasta crecer'. De 150 niños que atendían el año pasado ahora cuentan con 200 tanto en la sede de La Colmena en El Hatillo como en la Casa de Abrigo de Guatire.
Alianzas para crecer
Blanco refiere que a través de una alianza con la Alcaldía de El Hatillo y del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente y el aporte de los venezolanos a través de la campaña que hizo la ferretería EPA de 'Dona tu vuelto', se logró abrir, la semana pasada, dos talleres de capacitación en oficios para los adolescentes. Uno de carpintería y otro de panadería, ambos liderados por Fundametal, un centro de conocimiento aplicado, que desarrolla y provee servicios educativos y tecnológicos para potenciar el capital humano, contribuyendo así a la competitividad. Explica que los participantes en estos talleres, que culminen su proceso de capacitación exitosamente, recibirán un certificado de estudio avalado por la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
También están en funcionamiento talleres de alfarería y artes plásticas, a los que pueden acceder los jóvenes, tanto habitantes de La Colmena de la Vida, como de las comunidades. Otro logro reciente de La Colmena de Vida es el funcionamiento de un multihogar para que las madres o los padres con niñas o niños pequeños y que estén participando en los talleres puedan tener cuidado para sus hijos durante sus horas académicas.
Comentó que actualmente hay diez niños allí: cinco son de los empleados de La Colmena y los otros cinco son de madres adolescentes que están capacitándose en los talleres.
Igual destacó que en la Casa Abierta Integral de Guatire funciona desde enero de 2010 un taller de peluquería, que 'ha sido todo un éxito'. REGRESAR |
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