L o primero que hay que aconsejarles a los directivos de Globovisión, para que manejen las situaciones de riesgo y chantaje con la mejor destreza posible, es que se callen la boca. Dejen que hablen sus abogados y sus trabajadores. A un caballero que admite ser especulador ('pero le damos trabajo a la gente') no puede permitírsele, por su propio bien, que se siga defendiendo con su propia voz, porque su propia voz es su enemiga.
Guillermo Zuloaga no sabe hablar.
Es posible que se encuentre en el umbral de la dislalia, nombre con el que se conoce la dificultad de hilar correctamente las palabras. Yo todavía no entiendo lo que quiso decir en Aruba durante la conferencia de la SIP, aunque el sistema judicial criollo, que no le va a la zaga en dislalia, al parecer sí le entendió y procedió en consecuencia.
Ahora salió al ruedo el banquero Mezerhane, aun hablando corrido, y admitió haber estado en conversaciones con personajes del Gobierno sobre un eventual reacomodo accionario de Globovisión y la posibilidad de cambiar programas de horario y/o moderar algunos espacios. Eso es una demostración de debilidad. Eso es desnudarse impúdicamente. Si lo hizo, al menos ha debido callarlo, porque demuestra que Globovisión también es un canal susceptible, como Televen o Venevisión, de ser chantajeado.
Hablé con Silvia Allegret, la nueva presidenta del Colegio Nacional de Periodistas, y dijo que el CNP está 'monitoreando' la situación. También hablé con dos trabajadores del canal: hay un ambiente de incertidumbre que creció cuando el martes no hubo pago al personal, aunque sí lo hubo el miércoles, una vez mudada la nómina de banco. Globovisión recibió la visita solidaria de algunos miembros de la sociedad civil, pero hasta ahora, que se sepa, no ha habido pronunciamiento de quienes trabajan en las televisoras privadas que sí han pactado con el Gobierno. Sería bueno que lo hicieran. En cambio, la planta recibió el apoyo del grupo 2D, un verdadero arroz con mango donde hay notables historiadores junto a Ángela Zago, la señora que escribió una apología a los golpistas, y junto a Miguel Henrique Otero, ex chavista de postín a veces también bordea la dislalia- y líder del grupo.
Ahora viene el 27 de junio, cuando seguramente se llevarán el premio nacional de periodismo el matutino Caracas CCS, alguna emisora 'alternativa' y, por qué no, Los papeles de Mandinga. Allegret no me dijo qué demonios piensa hacer la máxima institución que agrupa a los periodistas en esa ocasión y con respecto al caso Globovisión. Pero los problemas del banquero Mezerhane y del empresario Zuloaga, en este momento, son los problemas del gremio. Con dislalia o sin dislalia, con acaparamiento o insolvencia financiera (nada de eso está probado, por lo demás), Mezerhane y Zuloaga representan una lucha que concierne a los periodistas rasos. A todos los que tengan sangre en las venas. REGRESAR |