En el segundo semestre de 2008 la importadora estatal Bariven, filial de Petróleos de Venezuela, adquirió una gran cantidad de alimentos perecederos para ser distribuidos en los locales de Pdval. La mercancía, según un informe elaborado por una consultora especializada, no se pudo desembarcar en Venezuela debido al fuerte congestionamiento en Puerto Cabello y La Guaira, lo que llevó a las líneas navieras a desviar, en diciembre de ese año, buena parte de la carga a Kingston, Caucedo, Cartagena, Panamá, Freeport y Puerto España.
En el documento se señala que las empresas náuticas habían solicitado con anterioridad a Bariven que fueran retirados los contenedores que permanecían en ambos terminales marítimos y se garantizaran los puntos de refrigeración.
De lo contrario, era imposible descargar los contenedores con alimentos antes de que finalizara 2008.
En vista del retraso, las navieras informaron al Gobierno venezolano que trasladarían la mercancía a otros puertos del Caribe hasta que se normalizara la situación en Puerto Cabello y La Guaira. La decisión de los trasbordos fue notificada a Bariven, y se encuentra en los términos del contrato de transporte marítimo.
Además de esa situación, el congestionamiento en Puerto Cabello, según la firma especializada, obligó al Ejecutivo a enviar 5.000 contenedores con alimentos a Cuba, en el primer semestre de 2009.
En una comunicación reseñada por la publicación naviera Cubeline Co Ltd, del 17 de noviembre de 2008, la empresa Zim Korea Ltd advirtió que Puerto Cabello y La Guaira estaban severamente congestionados. 'Las razones son varias y tienen que ver con las restricciones monetarias y la poca habilidad de algunos consignatarios para evacuar rápidamente la carga antes de la llegada de una nueva'.
La compañía Zim Korea Ltd afirmó que el Gobierno venezolano contribuyó con la situación, en parte, por concentrar su atención en las elecciones regionales. Esto forzó a la naviera a mantener la carga en Jamaica 'para prevenir el colapso total'.
La revista electrónica Globalports -dedicada al área de puertos, vías navegables, transporte modal y comercio exterior- también se hizo eco de las denuncias y el 25 de febrero de 2009 publicó: 'El congestionamiento de los puertos venezolanos se ha intensificado. Los escalafones del comercio internacional han excedido su capacidad operativa. Las importaciones se han multiplicado manteniendo la misma estructura y los retrasos y gastos generados van directo al precio final de los productos'.
Los contenedores con alimentos perecederos, de acuerdo con el informe, comenzaron a llegar al país desde los puertos de trasbordo después de marzo de 2009.
Notificaciones constantes
Antonio Landaeta, primer vicepresidente de Fedecámaras Carabobo, declaró que una vez que la mercancía es embarcada en su lugar de origen, el importador va recibiendo notificaciones sobre su ubicación y en cuánto tiempo llegará al puerto. 'Cuando a un importador le montan su carga en el buque, sabe en qué barco viene. Le suministra a su agente aduanal los datos y documentos para que apenas llegue se haga la nacionalización'.
Esto refleja que Bariven y Pdval estaban informados sobre el estatus de los contenedores con alimentos, incluso cuando esperaba en otros terminales marítimos del Caribe para ser trasladada a Puerto Cabello o a La Guaira, según Landaeta.
En la memoria y cuenta del Ministerio de Energía y Petróleo se admite que Bariven afrontó el problema de alta permanencia de mercancías en las aduanas, entre otros aspectos, por el retraso en el pago de tributos aduaneros, almacenaje y transporte, así como en la cancelación de deudas a las navieras. REGRESAR |
