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La Federación Médica de Venezuela y representantes de las clínicas privadas coinciden en que la amenaza de estatización es desproporcionada y consideran que la mejor manera para disminuir los costos es la negociación. La regulación impuesta no es el procedimiento más adecuado, tal como se ha observado con los alimentos, porque “viene la escasez y el aumento en mercados paralelos”, advierten.
Douglas Natera, presidente de la FMV, explica que el papel cumplido por las clínicas privadas ha sido el de cubrir los espacios dejados por los hospitales. “En el país tenemos más de 300 hospitales que dependen del Estado, que debe garantizarle los recursos, según la Constitución”.
Natera recuerda que cuando el barril de petróleo estuvo en 9 dólares los hospitales contaban con sólo 35% de los insumos.
La Federación Médica tuvo que ejercer presión para que fueran dotados. Dice que ahora el barril está en 66 dólares y sólo se cubre el 2% de la dotación, o un máximo de 15% en épocas picos, como carnaval y semana santa.
Otro elemento que destaca es la falta de centros hospitalarios. Enumera que en Margarita existe un solo hospital, en Ciudad Guayana, con una población industrial que va en aumento, hay tres hospitales y no son municipales sino del Seguro Social. El único servicio de otorrinolaringología hospitalario que queda es el del Domingo Luciani.
Alexis Bello, presidente del Hospital Clínicas Caracas, precisa que una regulación no es el procedimiento más eficaz para atacar el problema de la salud en el país. Está convencido de que es imposible una regulación técnica, ya que el Gobierno no posee suficiente personal capacitado para hacer una revisión de los equipos de todas las clínicas. Advierte que poner un techo de precios sería muy difícil en los tratamientos y operaciones más complejas.
CRISIS ADENTRO
Natera cuestiona el modelo que se quiere imponer. Sostiene que si los recursos fuesen realmente entregados a los hospitales, éstos funcionarían por lo menos en un 80% y no en un 15%, como ha venido ocurriendo.
“La crisis se incrementa con el sistema paralelo de Barrio Adentro. El Gobierno habla de una inversión de alrededor de 8% del PIB para la salud. De este monto al Ministerio de Sanidad sólo le ha dado el 2%, lo que quiere decir que el gran negocio del 6% lo tienen los cubanos”, dijo Natera.
Recuerda que las clínicas han invertido gran cantidad de dinero para mantenerse al día con la tecnología, y se necesita un retorno de capital que no puede ser menor a la inversión. Destaca que muchos de los suministros son importados y Cadivi retarda estos procesos.
En cuanto a los honorarios, explica que los coloca el médico según su experiencia, el tiempo y la situación del paciente.
“La Federación está de acuerdo en conversar sobre este tema. De hecho, desde hace años se ha trabajado en un baremo bastante discreto”.
Alvaro Villegas, presidente de la Asociación de Hospitales y Clínicas Privadas, expresa que en patologías que los hospitales no manejan, como tratamientos psiquiátricos, las clínicas han jugado un papel indispensable. REGRESAR |
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