| El drama humano y económico de 500 productores del campo y sus familias en Venezuela ha sido, en estos 11 años del gobierno de Hugo Chávez, un calvario cuyo final se contempla lejos ante las trabas de los organismos criollos para buscar solución a las expropiaciones de tierras. Haciendas, pequeños hatos dedicados a la ganadería y fincas en producción óptima, han sido invadidas sin que existieran las acciones judiciales exigidas en las leyes. De la noche a la mañana esas familias fueron asaltadas y tomaron a la fuerza sus propiedades, viendo en segundos cómo el trabajo de toda una vida desaparecía en instantes. Hoy docenas de españoles deambulan entre organismos oficiales venezolanos y los consulados de España en busca de una solución: que les devuelvan sus propiedades - la mayoría ya totalmente deshechas - o les den la justa indemnización que les corresponde, bajo el acuerdo 'para la protección recíproca de inversiones entre el Reino de España y la República de Venezuela', firmado en Caracas el 2 de noviembre de 1995. Todo muy diplomático, ajustado a derecho, pero nada positivo. Los 500 españoles y sus familias están en el más completo abandono. Esta grave situación ha sido expuesta ante el diario 'Tal Cual' de Caracas por Félix Alfonso Barbero Martí, presidente de la Federación de Centros Españoles de Venezuela (FECEVE) y el productor agropecuario Antonio Ruiz, ambos dispuestos a requerir sin pausa sus derechos 'hasta que se haga justicia'. Moratinos no ha hecho nada Sostienen que se ha profundizado el problema de atropello a los productores agrícolas españoles, mientras la Fiscalía y los Tribunales no les han dado respuesta alguna. FECEVE ha hecho sus reclamos legales a través del artículo 115 de la Constitución, el que garantiza a las personas 'el derecho a la propiedad, uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes'. Todo huero. Ninguna puerta se les abre. Se quejan de que en las visitas realizadas a Venezuela por el ministro Miguel Ángel Moratinos se vieron posible soluciones, pero hasta los momentos todo ha quedado en agua de borrajas, es decir, en nada. 'El Ministro - dicen Félix Alfonso y Antonio Ruiz - nos dio su palabra en una reunión en el Consulado General de España en Caracas. Se suponía que en no más de dos meses, diciembre quizás, estaría arreglado. Pero ya estamos en septiembre y todo sigue igual. Nos han abandonado'. La situación de Félix es amarga: 'Nos atropellan, en nuestras propiedades se meten turbas amenazándonos. En el caso mío, después que me invadieron logré contactar a uno de los ocupantes, y me insistía en que él no estaba en mi finca. Imagínese, cinismo puro. Realmente no han hecho nada en ella. Solo saquearon dos tractores, la casa, la vaquera, la cerca, las bombas de agua... todo lo desmantelaron. El predio está muerto, improductivo'. El asunto no termina ahí: 'Un día me encontré con que la finca estaba dividida en partes y que le habían dado carta agraria a cuatro personas que nunca habían tenido conocimiento ni posesión de mi finca. Y yo, el verdadero dueño, quedé fuera'. Otro caso El caso de Antonio Ruiz es tal vez más trágico si cabe; le expropiaron sus tres hatos: La Pradera, La Gloria y el Matadero Frigorífico Industrial Barinas. 'Llegaron a las ocho de la noche y me sacaron con cuarenta guardias nacionales. Hasta ahora me han pagado el 27% del Matadero Frigorífico Barinas y estoy reclamando el otro 73%. Tengo tres demandas introducidas por los hatos, incluso ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)'. Insisten que la lucha de los españoles, es para que el gobierno de Madrid haga cumplir el convenio con Venezuela en el cual garantiza la producción a los inversionistas del campo. ✍ Rafael Naranco Lainformación.com REGRESAR |
