En medio de la disputa política previa a las elecciones legislativas del domingo en Venezuela, la oposición recibió un inesperado material de campaña del líder cubano Fidel Castro, quien declaró a la televisión venezolana que 'socialismo es comunismo'.
El ruido que causaron esas palabras llevó al oficialismo a dar sostenidas explicaciones sobre su proyecto socialista y el propio presidente Hugo Chávez negó que Venezuela, el quinto productor de petróleo del mundo, esté enfrentado a la disyuntiva de escoger entre libertad y comunismo.
'Esa dicotomía es inexistente en el ambiente político actual del país. Sin embargo, ellos (oposición) insisten: nos imaginamos que ésa es la cartilla que sus amos (Estados Unidos) les han mandado a repetir hasta el cansancio', escribió en su columna titulada 'Las líneas de Chávez'.
El mandatario enfrentó un bombardeo de mensajes desde la oposición que insistieron en comparar su proyecto, que ha estimulado nacionalizaciones y expropiaciones en diversos sectores de la economía, con un modelo neocomunista.
Castro, quien recibió en agosto en La Habana a periodistas venezolanos, respondió una pregunta diciendo que el 'socialismo es comunismo', antes de la polémica desatada por su conversación con periodistas estadounidenses a quienes presuntamente admitió que su modelo revolucionario no sirve ni en Cuba y que luego negó.
Desde comienzos de año, el gobierno venezolano introdujo el término 'comuna' en la legislación, después de la aprobación de una de varias leyes que estimulan la creación de estas jurisdicciones que procurarán sostenerse con producción propia.
La pública identificación de Chávez con el líder cubano llevó a la oposición a utilizar todo este debate en la campaña proselitista, previendo un rechazo de los electores a la colectivización de la propiedad.
El mandatario venezolano, quien ha sido propulsor del llamado socialismo del siglo XXI, respondió acusando a la oposición de mentirosa.
'Me llama poderosamente la atención la matriz que los apátridas están construyendo con su campaña: libertad o comunismo. Deberían tirarse unas lecturitas de teoría política y ser un tanto honestos para caer en cuenta de que tal dicotomía es inexistente en el ambiente político actual. Sin embargo, ellos insisten', indicó.
Chávez aseguró que la 'siembra del terror' que la oposición utilizó en la consulta sobre la reforma constitucional socialista de 2007, hasta ahora su única derrota electoral, 'no les funcionará nunca más'.
En esa campaña, grupos opositores sacaron espacios en televisión en los que aparecían funcionarios del gobierno simulados expropiando una carnicería, para alertar sobre el peligro que correría la propiedad privada si triunfaba la reforma.
El profesor universitario y director del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), Trino Márquez, dijo a dpa que Chávez utiliza un mecanismo nuevo en política, ya que los clásicos marxistas sostenían que el comunismo y el populismo son enemigos.
Indicó que se trata de una 'contradicción' y que Chávez lo que ha hecho es 'fundir el discurso comunista con prácticas populistas'.
'El discurso de Chávez, que habla de demoler a la oposición, lo mitiga con prácticas populistas ofreciendo créditos, haciendo regalos, ya que lo más importante en la campaña es la práctica, que la gente vea lo que está haciendo. Además, el populismo siempre atrae, eso de regalar dinero es atractivo', indicó.
Márquez señaló que es difícil prever cómo serán afectados los resultados electorales del domingo con la introducción del tema del comunismo en la campaña, aunque estimó que perjudicará a los candidatos del gobierno.
'Este es un pueblo que rechaza de manera orgánica el comunismo, que cree en la propiedad privada, en la democracia, la justicia y la soberanía. El populismo que aplica Chávez no se corresponde con las políticas del comunismo. Los clásicos del comunismo fueron muy críticos con las prácticas populistas', indicó.
El ex ministro de Información Fernando Egaña comentó a dpa que la orientación del gobierno se dirige a formas de 'comunismo burocrático ya vencidas en la historia, pero que en Venezuela adquieren visos de viabilidad por el caudal de la renta petrolera'.
'El denominado socialismo de siglo XXI que se pregona en Venezuela es en realidad una manera más digerible de identificar la orientación comunista, y ello por el porcentaje muy elevado de la población que se expresa contra el comunismo', indicó.
El debate ganó espacio en la opinión pública, mientras el Consejo Nacional de Laicos llamó a votar contra ideologías 'totalitarias y ateas, asociadas en tiempos modernos al comunismo', y el ex ministro de Defensa de Chávez, general Raúl Baduel, quien fue clave en el retorno del presidente al poder después del intento golpista de 2002 y ahora enfrenta un cargo por corrupción, envió un mensaje desde su prisión llamando a la población a participar para 'dar al traste con las pretensiones comunistas totalitarias' de Chávez.
El gobierno sostiene que su propósito es garantizarle la propiedad al pueblo, a los más pobres.
La polémica ha incrementado la preocupación de los empresarios sobre el respeto a la propiedad privada. Ellos tratan de interpretar el anuncio de Chávez de que después de las elecciones legislativas radicalizará su revolución bolivariana 'rumbo al socialismo'.
Según aseguro el mandatario, su disposición es 'ganar y cobrar el triunfo' electoral.
'Nuestro juego es radicalizar la revolución. Nosotros vamos a la victoria el 26 de septiembre para profundizar, radicalizar la revolución rumbo al socialismo', afirmó. REGRESAR |
