|
|
|
No es el fútbol el deporte nacional. No lo es. Venezuela es tierra de béisbol. Pero vaya que ha levantado su afición. El miércoles 11 de agosto, en el estadio Nacional Rommel Fernández, los canaleros se batieron contra la Vinotinto. Los venezolanos buscaban la gloria, pero perdieron.
La cancha donde los venezolanos reinan en Panamá no es precisamente la del fútbol, sino la comercial y financiera, donde se mueven los negocios y juegan inversiones. En la Zona Libre de Colón, por ejemplo, algunos venezolanos ya han coronado. Así lo cuenta el director de Asuntos Económicos y Asesoría de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá, Manuel Ferreira. Dice que Venezuela está entre los principales países compradores de Colón, donde tan sólo en los primeros meses de este año, cifras preliminares de la Contraloría General de la República de Panamá, registraron un movimiento comercial total de 5 millones 387 mil 282 balboas, moneda de curso legal en el istmo, con valor equivalente al dólar.
Ferreira es testigo del aumento de las visitas de empresarios venezolanos a Panamá, en los últimos años, 'Se dedican a actividades comerciales como restaurantes, franquicias e incluso negocios con la bolsa'. ¿Por qué? Aquí el directivo es cauto. Panamá, afirma, ha tenido relaciones con empresarios de Venezuela desde hace más de 10 años. Pero el repunte se ha sentido en los últimos cuatro: 'No por cantidad, sino por sectores. Ha habido un incremento en la inversión'. Porque Panamá representa todo lo que Venezuela no es: una economía de mercado, abierta a la exportación, con perspectivas de crecimiento, que según algunos especialistas, no tardará en convertirse en la Singapur de la región. Los venezolanos tomaron nota de ello e hicieron maletas para transformarla, acaso para 'invadirla' y rebautizarla como la reina del Caribe: Panamázuela.
El embajador de Venezuela en Panamá, capitán Jorge Durán Centeno, cuenta que en estos momentos han acudido a la Embajada para formular su registro consular 3.733 venezolanos, 'con estatus de inversionistas privados, traslado por empresas privadas desarrolladas en Panamá, estudiantes, jubilados y residentes con visa'. Y advierte que la cifra no incluye a aquellos que permanecen no más de dos meses para atender sus negocios, administrados por terceras personas.
La mezcla de acentos se siente desde el aeropuerto. Cada día, saca cuentas el embajador, llegan siete vuelos procedentes de Valencia, Maracaibo y Caracas: '60% viaja a Panamá, bien sea en calidad de diversión o para hacer compras'. En declaraciones al diario El Mundo Economía y Negocios (15/07/2010), Leandro Ciciliani, director ejecutivo y fundador de SIPA-Expo (Seminarios de Inversión en Panamá), soltó números más grandes: 'Hay más de 20.000 venezolanos viviendo legalmente en Panamá, con visa de residentes, y en números no oficiales ascienden a 98.000 los que tienen visa de turista'. Destacó que hay cerca de 1.400 millones de dólares de venezolanos depositados en la banca panameña.
En redes sociales como Facebook, en julio de este año, un grupo de criollos armó una página para 'venezolanos en Panamá', que ya cuenta con 1.281 'amigos'. Ciudad actual: Panamá City. Ciudad de origen: Maracaibo, Venezuela. No extraña que el embajador Durán recuerde que parte de los venezolanos está allá 'tras sufrir aparentes amenazas de cobro de vacunas' -para evitar secuestros- y una minoría, según él, por el tema de la inseguridad, 'sobre todo habitantes del Zulia'.
El embajador también recuerda que Panamá es apetecida por 'ciudadanos que han abandonado Venezuela por temor a investigaciones por parte de los tribunales venezolanos o evadiendo la justicia por diferentes razones; algunos con procesos de investigación en curso'. Un ejemplo es el empresario y banquero Ricardo Fernández Barrueco, el llamado 'Zar de Mercal', acusado en Venezuela por los delitos de apropiación y distracción de los recursos de los ahorristas de los bancos Canarias, bolívar, Banpro y Confederado, además de apropiación indebida de créditos y asociación para delinquir.
Un cotejo realizado por el periodista argentino asentado en Panamá, Santiago Fascetto, encontró en el istmo un total de 29 sociedades anónimas vinculadas al grupo Fernández), que en Venezuela fue objeto de intervención y liquidación por parte de los reguladores criollos. En este momento, Fernández enfrenta su proceso judicial, detenido en Caracas.
El sector bursátil es donde más se ha notado la 'invasión' venezolana en Panamá. Al menos en el último año. El 18 de mayo de 2010, el Gobierno bolivariano suspendió el mercado de compra y venta de bonos o títulos valores en dólares. La medida la anunciaron en rueda de prensa, tres de los hombres más importantes de la economía venezolana: el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Tomás Sánchez; el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes y el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani. Para ellos, la compra y venta de títulos se encontraba 'bajo presunciones de delitos'. Así, se decretó la muerte de los actores del mercado bursátil y del mercado de valores como se le conocía hasta entonces. Lo que ha pasado desde esa fecha se resume en la intervención de 44 casas de bolsa, de una lista inicial que según fuentes del sector, ascendía a 86, cuando en el corro criollo operaban 63 casas de bolsa y 44 sociedades de corretaje. Desde la instalación del Convenio Cambiario N° 1, que establecía el régimen de control de divisas, imperante con algunas variaciones desde 2003, se transaron en Venezuela más de 300.000 millones de dólares, con la interacción en el mercado alternativo, de más de dos millones de personas y 'una buena parte del sector productivo nacional', de acuerdo con analistas del sector. Hoy hay al menos 10 directivos de casas de bolsa detenidos, acusados por el delito genérico de 'ilícito cambiario', luego de que la Fiscalía General de República estableciera la ilegalidad de las operaciones con títulos valores.
En Panamá, de acuerdo con un listado de la Comisión Nacional de Valores de ese país (Conaval), actualizado al 29 de julio de 2010, operan 64 casas de valores. De ellas, al menos 18 son de origen venezolano. En el grupo está Italbursátil Casa de Valores, líder del mercado panameño en 2009. El 14 de junio de 2010, la Conaval le suspendió la licencia, lo que generó no pocas especulaciones en lo que queda del corro caraqueño. Pero según el último reporte del regulador panameño, Italbursátil 'subsanó las irregularidades que sustentaron dicha suspensión' y desde el 29 de julio retomó operaciones. En Panamá también funciona Eco Group Casa de Valores, S.A., ubicada en el puesto 31 del ranking local, cuyo representante legal, Juan Carlos Carvallo, se encuentra detenido junto a otros tres directivos del Grupo de Empresas Econoinvest. ¿Se mudó el mercado de valores venezolano a Panamá? Felipe Chapman, socio director de la firma panameña Indesa, especializada en servicios financieros, quien durante cinco años fue gerente general de la Bolsa de Valores de Panamá, hace una precisión: 'Es curioso porque hay muchas operadoras venezolanas en cantidad, pero no en volumen de negocios, en transacciones'. Chapman señala que las principales casas de valores del país siguen siendo de capital panameño, estadounidense o europeo. ¿Qué los hace tan atractivos? 'Primero, el régimen financiero y la utilización del dólar, de uso corriente en Panamá desde el año 1904', explica. 'Con plena estabilidad de esa moneda, no hay restricciones al libre flujo de capitales'.
Y añade: 'hay una estabilidad financiera alta y ampliamente desarrollada de servicios bancarios y conexos, de custodia y auditoría'.
El ex vice ministro de Economía y socio de la firma de asesoría financiera Deloitte, Domingo Latorraca, quiere ser más modesto: 'Panamá no es el único país en Latinoamérica. Pero las condiciones políticas y financieras hacen que sea un puerto seguro, en momentos en los que hay dificultades importantes en países como Venezuela'. Por ejemplo, luego de que la trasnacional de energía AES Corporation se viera forzada a vender su participación de La Electricidad de Caracas (EDC), ante su inminente nacionalización, parte del capital humano que operó con ella en suelo venezolano, se fue. Tal es el caso de Jonathan Coles, quien fue miembro de la junta directiva de la EDC y que hoy está al frente de las operaciones para América Latina de AES Corporation, con base en Panamá. Cuando lo nombraron en 2007, La Prensa de Panamá lo presentó como 'el personaje de la semana': un venezolano. Al istmo, no obstante, le ha costado quitarse la categoría de 'paraíso fiscal'.
Latorraca señala que al tener un sistema tributario no universal, los ingresos que se generan de fuente extranjera no son gravados. Pero insiste en que ha sido un propósito de la administración del presidente Ricardo Martinelli, revertirlo: 'Panamá está implementando una estrategia, desde hace poco menos de un año, para excluirse de estas listas discriminatorias'.
Entre abril y mayo de 2010, esos 'esfuerzos' se tradujeron en la calificación de grado de inversión, que le otorgaron a Panamá, las calificadoras de riesgo Fitch Ratings, Moody's Investors Service y Standard & Poor's. Manuel Ferreira de la Cámara de Comercio señala que sólo países como Brasil, México y Perú contaban con esa calificación: 'Y eso marca la diferencia en la decisión de un inversionista. Le da mayor estabilidad'. No es casual que grandes bancos venezolanos como Banesco -con 18 sucursales según la Superintendencia de Bancos de ese país- y el Mercantil, con una sede, estén instalados allá. Un tercero está por sumarse, una vez que las autoridades financieras de ese país lo aprueben: All Bank Corp. La solicitud fue introducida el 18 de noviembre de 2009. El principal directivo es el banquero venezolano Víctor Vargas, timonel del BOD y Corp Banca y presidente del Consejo Bancario venezolano en estos momentos. Lo acompaña como director, su yerno, Luis Alfonso de Borbón. De resto, la junta directiva está compuesta por puros venezolanos: José Luis Feaugas, Tomás Niembro, César Gambino, Jaime Machado, Carlos Silva y Santos Alonso.
'Pocos países le deben tener tanta gratitud a Chávez como Panamá'. La frase es de Aquiles Esté, un caraqueño, que hace dos años ganó junto a su equipo de trabajo, una licitación pública internacional para hacer el branding de Panamá. ¿El slogan? Destiny nation. Esté fue el director creativo y el venezolano Álvaro Sotillo, el encargado de la identidad gráfica. El concurso lo organizó para el Gobierno de Panamá, el Banco Interamericano de Desarrollo, con un jurado independiente que evaluó la propuesta creativa, técnica y económica. Su ejecución demoró ocho meses. La misión era crear una 'marca país'. Esté explica que no se trata necesariamente de una proyección de potencialidades turísticas, sino asociadas a la promoción de inversión y exportaciones. 'El turismo tiene su vida propia', dice. Y para eso, Panamá ya cuenta con Rubén Blades, que en ese entonces, se desempeñaba como ministro de Turismo.
'No tengo la menor duda de que Panamá, en 25 años, será un Singapur', dice Esté. Aunque nunca vivió allá, se cuenta entre los testigos de la 'migración de talentos' que han ido a parar a Panamá. 'Es un hub natural por su ubicación. Están yendo personas de todas partes del mundo: inversionistas y talentos'. Su lectura política es que el fenómeno tiene que ver con 'la consistencia que ha tenido el país desde la caída de Noriega. 'La historia es culpa de Simón Bolívar: Ya lo había anticipado en el discurso al Congreso Anfictiónico de Panamá, al decir que era un país destinado a lo grande, una nación predestinada'.
Si antes el istmo era percibido como un país de paso, ahora -y en parte fue la corrección que propuso el proyecto de Esté- 'es un país para quedarse'. El panorama para el futuro suena alentador. Sin embargo, es necesario recordar que Panamá cuenta con un alto grado de desigualdad. En 2006, se estimaba que 28,6% de la población estaba por debajo de la línea de la pobreza. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) sostiene que en Panamá, 'la pobreza y pobreza extrema se concentran en las áreas rurales y en las áreas indígenas'. Y en las indígenas, está 90% de los pobres panameños.
Aún así, las estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto están alrededor de 5% y para los próximos 5 años, se espera superar ese porcentaje. El PNUD observa que 'el crecimiento de la economía de Panamá contribuirá poco a la reducción de la pobreza si no se disminuyen los altos niveles de desigualdad'.
Aún así, siempre está el canal.
En este momento, el Gobierno de Panamá adelanta su ampliación con una inversión de más 5.000 millones de dólares, que hará más atractiva la inversión en el istmo.
Entonces, ¿es su marco legal? ¿Qué tiene Panamá que provoca migrar para allá? Carmen Solarte, venezolana, se instaló en diciembre de 2008. Se fue porque le propusieron matrimonio. Se fue porque al llegar notó la diferencia: 'Existe un crecimiento económico lento pero constante. Hay seguridad personal y a los venezolanos nos ven muy bien'. Le gustó la paz y la tranquilidad, dice.
'Vine sin trabajo y en dos meses conseguí el primero'. Sin palancas, sin necesidad de trabajar en Procter & Gamble, la transnacional estadounidense que mudó casi todas sus operaciones, de Caracas a Panamá City. 'Mi primer trabajo lo conseguí a través de un anuncio en prensa'. Ganaba poco y en un año logró reubicarse en otra empresa.
'Por eso te digo, a los venezolanos aquí, nos ven muy bien'.
El embajador Durán afirma que el venezolano en Panamá 'es catalogado como un recurso humano con deseos personales de crecimiento, bueno para los negocios, responsable en sus actos y muy calculador para colocar sus recursos económicos en el lugar y momento apropiado'.
Él está feliz: 'Hay quienes afirmamos que Panamá tiene una magia que la hace encantadora, debe ser esa la comparación que le hacemos con nuestra Venezuela. Son dos países con una historia propia que nos une desde ese aspecto histórico. Los venezolanos han invadido a esta ciudad y eso la hace más atractiva, ya que nuestra gastronomía, chistes y estilo propio, también lo estamos exportando a Panamá'.
Pero a otros como a Fabrizio Rincón les ha costado más. Lleva casi cuatro años allá. Su plan original era irse a Puerto Rico, pero un impasse diplomático entre Venezuela y Estados Unidos, que culminó con la declaratoria de persona non grata del embajador en Venezuela, torpedeó su estrategia: sin siquiera revisar sus papeles, le negaron la visa.
'La adaptación no ha sido fácil', dice. 'El mercado laboral es bastante competido y el tema de la legalidad migratoria, complicado'. Describe: 'Tienes que estar trabajando para que te den una residencia, pero nadie te da un trabajo si no estás legal en el país. Ambos trámites van de la mano'.
A Rincón le tocó patear calle.
'Creo que el panameño recibe a todo el mundo por igual, por supuesto que si vienes con una platica para invertir serás mejor tratado'. Tuvo que cambiarse el chip.
'El tema del éxito venezolano en Panamá definitivamente está en empresas de servicios y en abrir un poco más los ojos y la mente.
Aclarar que este es el país de los panameños, entender y procesar esa premisa'. Acostumbrarse a ser el extranjero. REGRESAR |
| Fecha publicada: 08/10/2010
Fuente: Descifrado
Tema: economia
Tags: Econoinvest
NOTICIAS RELACIONADAS |
*** noticias no disponibles *** |
|
