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Cualquier persona que tenga dos dedos de frente puede leer entre líneas sobre las recientes expropiaciones del Gobierno, específicamente en los complejos urbanísticos. Dado que no cumplieron sus objetivos en las elecciones parlamentarias y a su vez se han destacado por resolver crisis tales como las del sector eléctrico o el sistema de transporte con una velocidad de morrocoy, entonces su estrategia para resolver el tema de las viviendas es muy clara. Dejemos que la empresa privada construya, poco antes de terminar les quitamos las obras y luego místicamente se demostrará la eficiencia y efectividad de este grandioso gobierno construyendo en tiempo record miles de casas.
Por si fuera poco, ahora el gobierno revolucionario cuenta con el 85% de la producción de cabillas del país tras haber expropiado recientemente a Sidetur, hecho que sin duda traerá consecuencias catastróficas en el área de la construcción. Cuando el Gobierno tomó el control de una gran parte del sistema alimenticio la consecuencia fueron miles de toneladas de comida podrida. Cuando se adueñó del sistema eléctrico del país pues los apagones en las ciudades eran tan frecuentes como los robos. Con esta nueva expropiación intuimos entonces que viene una carencia importante de este material de construcción, a su vez una disminución de la velocidad con la que se construyen las obras y posteriormente por supuesto otra expropiación.
La línea de acción roja está más que definida para los próximos meses. Es hora de ir a buscar nuevos votos y para ello hay que pretender que se está avanzando como un país desarrollado. Pero en ese juego de pretender lo que los rojos no están evaluando es la capacidad de las personas de razonar. Son pocos los que se creen ese cuento repetitivo y obsoleto de la oligarquía contra el pueblo, son pocos los que no se dan cuenta que el derecho a la propiedad privada es algo de sumo valor para el venezolano y somos muchos los que estamos obstinados de ser gobernados por flojos que tienen como lema: a falta de crear y desarrollar, bueno es destruir y expropiar.
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