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Los servicios de inteligencia cubanos tienen acceso directo al presidente Hugo Chávez y le envían información que no comparten con la inteligencia local, según el cable 51158, del 30 de enero de 2006, que la Embajada de Estados Unidos en Caracas envió al Departamento de Estado y que publicó ayer el diario El País, de Madrid, como parte de los documentos liberados por Wikileaks.
'Informes indican que los lazos de inteligencia son tan estrechos que sus agencias parecen rivalizar para conseguir la atención del Gobierno bolivariano', agrega el texto.
El País apunta que la confianza de Chávez en la inteligencia de La Habana explica que la Dirección de Inteligencia Militar y el Sebin respondieron a órdenes de la isla durante 'importantes operaciones de inteligencia', según el cable 246071, de enero de este año.
En el despacho 241522 se afirma que los cubanos pueden haber jugado un papel clave en la salida de sus cargos de personas cercanas a Chávez para dar entrada a otras.
La legación reconoce en otro texto que el Ejército 'parece ser una institución menos cubanizada'. La afirmación se basa en que no recibió informes fiables sobre una intervención antillana allí, sino en la guardia militar que acompaña a Chávez.
El cable 14737 atribuye a una campaña propagandística de Caracas el deterioro de la imagen de Washington.
'El impacto de la penetración de Cuba en la inteligencia venezolana podría afectar los intereses de Estados Unidos, porque los servicios de inteligencia venezolanos figuran entre los más hostiles hacia Washington, pero les falta la destreza que los cubanos pueden aportar', subraya el consejero político. Por ello, apunta El País, la Embajada pidió fondos para contrarrestar la campaña.
Espionaje.El alerta de la misión en Caracas lleva al reforzamiento de las medidas de seguridad, ejecutadas después de constatar que funcionarios son espiados 'con medios técnicos y contactos personales y de otro tipo', por un equipo de venezolanos bajo control cubano, según el cable 246071, del 28 de enero de este año.
El agregado de seguridad, cuyo nombre no se reveló, comunicó que la prioridad de las operaciones son los opositores, pero que el espionaje alcanza a la Embajada. 'En presencia de empleados locales sólo puede hablarse de información desclasificada', pidió.
Cables certifican que a diario aterrizan en los aeropuertos de Caracas, Barcelona y Maracaibo, de 3 a 5 aviones comerciales y militares desde La Habana aunque 'la embajada no puede precisar cuántos cubanos viajan en estos vuelos'.
Wikileaks también publicó un cable elaborado por la embajada el 14 de diciembre de 2009, en el que se resumió la precaria situación del sistema de salud público en el país.
El canciller Nicolás Maduro afirmó desde Lima que la filtración demuestra una 'conspiración permanente' contra Chávez.
La Embajada de Estados Unidos en Caracas ni confirmó ni negó las informaciones.
'No comentamos sobre documentos que presuntamente contienen datos secretos y condenamos enérgicamente la revelación hecha sin autorización, lo que pone en riesgo nuestra seguridad nacional', precisó un funcionario que optó por el anonimato.
Las FARC. El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, reconoció que las FARC tenían presencia en Venezuela. La admisión ha hizo en una reunión que tuvo el 9 de noviembre de 2009 en Brasilia con Lisa Kubiske, encargada de negocios la embajada de Estados Unidos en ese país.
El documento, con el código 09BRASILIA1315, asegura que Jobim advirtió que si ese reconocimiento es público 'se arruinaría la capacidad de Brasil para mediar' en la crisis entre Caracas y Bogotá desatada cuando el Ejecutivo de Álvaro Uribe firmó un acuerdo militar con Washington.
El embajador de Estados Unidos en Brasilia, Clifford Sobel, se reunió el 13 de febrero de 2008 con Jobim, según el documento 08BRASILIA236. El ministro de Defensa dijo compartir la preocupación del diplomático sobre 'la posibilidad de que Venezuela pudiera exportar inestabilidad'. Dijo creer que aislar a Caracas llevaría a una postura más lejos de Chávez y un mayor riesgo de propagación de la inestabilidad entre los países vecinos.
Con relación a las revelaciones, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que lo visto en los cables sobre su país 'no merece ser tomado en serio'. REGRESAR |
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