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A menos de un mes de la instalación de la nueva Asamblea Nacional el CNE debe pronunciarse sobre tres recursos de impugnación contra los resultados del 26 de septiembre que, en caso de ser procedentes, podrían alterar significativamente la relación que se conoce al día de hoy de 98 diputados para el PSUV, 65 para la oposición y dos para PPT.
Entre los tres recursos de impugnación -todos admitidos desde la semana pasada- se ponen en juego hasta siete curules: tres asociados a la circunscripción N°2 del estado Bolívar, tres relacionados con la C5 de Carabobo y uno vinculado con la C2 de Carabobo.
En el caso de la C2 de Bolívar la impugnación fue presentada por la diputada Pastora Medina por inconsistencias numéricas en las actas de cierre de las mesas. Extraoficialmente se asegura que esta impugnación no procederá.
Se asegura que un destino similiar correrá el recurso presentado por Julio Castillo -ante la sala Electoral del TSJ- contra la proclamación de los tres candidatos del PSUV, no porque sus alegatos de inconsistencias numéricas sean incorrectos sino porque no afectan el resultado definitivo de la elección.
Caso contrario es el de la C2 de Carabobo impugnada por el PSUV. Al día de hoy existe hermetismo sobre el análisis de este caso. En caso que sea procedente el CNE tiene -según el artículo 170 de la Lopre- hasta doce meses para convocar una nueva elección. Si en un nuevo proceso resultara electo el aspirante del PSUV el chavismo obtendría los 99 votos -las 3/5 partes que pide la Constitución- para otorgar una Ley Habilitante al Presidente de la República para que legisle en las materias en que el Parlamento considere necesario. EM REGRESAR |
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