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El Indepabis dijo hoy que ha cerrado 167 comercios por “aprovecharse indebidamente” de la unificación cambiaria que rige desde el pasado 1 de enero.
“Se han cerrado 167 locales por incurrir en sobreprecio y acaparamiento en los productos, usando como ‘justificativo’ la unificación cambiaria” a 4,30 bolívares por dólar, dijo el Indepabis en un comunicado de prensa sin precisar el tamaño de esos comercios.
También en las primeras dos semanas de 2011 los funcionarios de Indepabis, reveló su presidenta, Aura Hernández, “han levantado 145 actas de especulación, aplicadas tras detectar violación en la regulación de precios establecidos en la Gaceta Oficial”.
Otras 237 actas correspondieron a “publicidad engañosa e insalubridad de los productos”, detalló Hernández.
La funcionaria explicó que “el plan antiespeculación” consiste en intensificar la supervisión, “para garantizar que actos especulativos y de sobreprecio en los productos no afecten el derecho del pueblo en el acceso a los bienes y servicios”.
Firmeza ante las “grotescas” alzas de precios
En un primer balance sobre el impacto de la unificación, el vicepresidente del Ejecutivo para la Economía Productiva, Ricardo Menéndez, y el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, dijeron el pasado 4 de enero que el Gobierno actuaba “con firmeza” contra lo que consideraron “grotescas” alzas de precios.
Menéndez pidió a los empresarios “mecanismos de saneamiento y de autorregulación” para frenar a medianos y pequeños comerciantes “que sencillamente han optado por mecanismos grotescos” en la venta de productos de consumo masivo.
“Unificación cambiaria”
En el marco del control estatal de cambio, en vigor desde 2003, el Gobierno del presidente Hugo Chávez unificó esta año la tasa de cambio a 4,30 bolívares por dólar.
Ello implicó la anulación de la paridad preferencial de 2,60 bolívares utilizada para la importación de bienes esenciales, como alimentos y medicinas.
La unificación cambiaria no debe trasladarse a los precios de venta de productos, salvo aquellos que se importaban con el dólar vendido por el Estado a 2,60 bolívares, además de que “no existe ningún cambio en la estructura de costos que justifique cambios en los precios”, agregó Menéndez ese día.
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