Es público y notorio que todas las confiscaciones e invasiones en medios rurales y áreas urbanas han sido orquestadas por el Gobierno. El fracaso del presidente Chávez en resolver el déficit habitacional, la imposibilidad de cumplir con las promesas de otorgar viviendas a los damnificados y los más pobres, además del inicio de la campaña electoral para su reelección lo han obligado a implementar prácticas subversivas, apelando a los activistas de siempre y a un grupo, integrado por malandros, simpatizantes del PSUV y gente desesperada que actúa de buena fe y está dispuesta a pensar que la medida para obtener una casa digna pasa por invadir la propiedad privada y convertirse en agresivos invasores.
Es precisamente por la carga embrutecedora de la miseria que creen necesario invadir y enfrentarse a propietarios, autoridades y policías municipales, en la que ellos, qué ironía, serán la carne de cañón y las primeras víctimas en una confrontación. El Gobierno proyecta la problemática habitacional como un enfrentamiento entre pobres y oligarcas, que no son sino la clase media profesional que adquirió viviendas a través de préstamos bancarios e invirtió en zonas vacacionales para obtener ingresos en su jubilación. Todo el que además de su vivienda principal tenga propiedades inmuebles tiene miedo a ser expropiado o confiscado. No es la burguesía 'la que le mete miedo en el cerebro y en el alma', como dice con el mayor descaro el Presidente de la República, se trata de un plan táctico para someter a los ciudadanos por la vía del despojo y las armas.
Para mantenerse en el poder, el Gobierno seguirá desestabilizando a los ciudadanos a fuerza de meter miedo y evitar su movilización.
Tierra arrasada. En este momento hay una tensión muy peligrosa en todo el país, en la llamada Gran Caracas, Nueva Esparta, Anzoátegui, Vargas, Carabobo y especialmente en el Zulia, donde los conflictos han venido agravándose, primero en la Sierra de Perijá, donde arrasaron con unidades agropecuarias, maquinarias, animales e instrumentos de trabajo so pretexto de 'rescatar' las tierras de las etnias, a las que manipularon con la defensa de sus derechos ancestrales; después se ensañaron con el Sur del Lago, al expropiar fincas productivas que abastecen de importantes rubros al país.
La amenaza es más temible en pequeños productores agropecuarios, a quienes les ponen la vida de cuadritos para que abandonen sus tierras. El Gobierno no tiene conmiseración. Allí está el caso del humilde productor Franklin Brito, que ofrendó su vida por el derecho a la propiedad, para recordarles a los desmemoriados la extrema ruindad que utiliza el Gobierno a la hora de liquidar y pulverizar a luchadores pacíficos. Estamos a las puertas de una confrontación que puede desembocar en una violencia incontenible, programada como una acción criminal desde el centro mismo del poder.
TIC TAC.
El Gobierno ha concebido un plan de ataque para inmovilizar a las policías municipales en las invasiones programadas, mediante acciones legales apoyadas por la Defensoría y la Fiscalía, como las adelantadas contra la Policía de Chacao. No hay pruebas de 'abusos' de Polichacao el sábado pasado, pues su actuación fue disuasiva y, al no haber conciliación, procedió con métodos de acción. Es lo que se conoce como uso proporcionado y diferenciado de la fuerza.
Los polichacao son facilitadores del uso progresivo y diferenciado en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. REGRESAR |
