Un joven de 20 años, que se dedicaba a sus estudios y otras actividades extraacadémicas, decidió tomar las riendas de la lucha universitaria. Hay muchos aquí, y estamos dispuestos a defender a quien esté en riesgo por alguna causa. No acudimos a la Fiscalía General a denunciar los casos porque nos encontramos en una situación desigual. Debemos confiar en nuestra suerte, y apoyarnos mutuamente. REGRESAR |